Borrar
Rodaje de la webserie norteamericana «utopia plantilla» en los exteriores del entorno edificio de molinos (muelle astillero).

Ver fotos

Rodaje de la webserie norteamericana «utopia plantilla» en los exteriores del entorno edificio de molinos (muelle astillero). LUIS ANGEL GÓMEZ

El futuro de la Humanidad se dirime en Zorroza

Dos episodios de la webserie de ciencia ficción 'Utopia Planitia' se ruedan en Bilbao y el antiguo entorno fabril de la Ría

Sábado, 14 de diciembre 2019, 13:54

Comenta

A finales del presente siglo, la Tierra se volverá un lugar demasiado peligroso para vivir. Las advertencias de Greta Thunberg han caído en saco roto y la única esperanza para los supervivientes radica en viajar a Marte y buscar otro futuro, no menos complicado. Dos señores de la guerra luchan por conseguir plazas para los suyos en una nave espacial situada junto al edificio Grandes Molinos Vascos en una desolada Zorroza. Este argumento distópico nutre la narración de dos episodios de 'Utopia Planitia', la primera webserie de coproducción entre Euskadi y Estados Unidos. El guionista y director George Reese ha comenzado el rodaje de dos episodios en localizaciones como el barrio bilbaíno, los estudios de grabación Happy Latex, situados en Atxuri , o el hotel cápsula de la calle Doctor Areilza, reconvertido brevemente en el lanzadera espacial.

La iniciativa surgió en la última edición del Festival Seriesland y ha supuesto la colaboración entre el realizador norteamericano y Rose of Dolls y Oliver Mend, responsables de la productora local y, asimismo, promotores del evento. La elección del proyecto y un apoyo económico del Gobierno Vasco han hecho posible que el futuro apocalíptico de la Humanidad encuentra un plausible marco al borde de la Ría. «Vamos a sembrar la semilla para que lleguen más firmas», asegura Mend.

Las webseries se han entendido habitualmente como una iniciativa barata, prácticamente doméstica. «Sí, como dos amigos enfrente de un sofá, pero aquí tenemos otra ambición», aduce y señala que, en este caso, existe un trabajo potente, y que, globalmente, el sector ya alcanza niveles de calidad semejantes a los del cine y la televisión. «En los países con mayor desarrollo como Australia, Canadá o Francia, hace cinco años, cuando pusimos en marcha el certamen, el presupuesto medio de una serie era de 20.000 euros y ahora ya ronda los 50.000, pero incluso, en algunos casos, se ha alcanzado el millón», indica. Además, la última convocatoria de Seriesland reunió ocho títulos generados en el País Vasco.

George Reese también ha puesto en marcha en su país una plataforma donde se pueden acceder a este tipo de producciones. «Por nuestros costes, constituimos un laboratorio de experimentación para las empresas que buscan nuevos contenidos», reconoce y explica que los diversos ámbitos de negocio incluyen la venta a empresas audiovisuales de todo el mundo que aportan creaciones breves para ser contempladas en tablets y teléfonos móviles.

La webserie no supone un paso intermedio, cierta credencial con la que llamar a las puertas de Netflix o HBO. «Se trata de un mercado en sí mismo», afirma Mend, que también las cataloga como el nuevo rebelde dentro del ámbito audiovisual. «Son el fruto de una generación sin oportunidades de trabajo, que no puedo acceder al cortometraje», defiende, mientras que su socia reclama el valor que aún se niega a lo que se vehicula a través de la Red. A su juicio, las subvenciones oficiales y el reconocimiento de la industria, con premios como el Goya, podrían otorgarle mayor visibilidad a estas historias de 10, 15 o 20 minutos.

La incursión en el género de ciencia ficción, tan ávido de recursos, se antoja un reto complicado para esta disciplina, pero, según Rose of Dolls, la virtud radica en los detalles. «Hacemos más con menos», alega y apunta que el vestuario y los pequeños elementos crearán la atmósfera propicia para esta serie con similitudes con 'Hijos de los hombres' o 'Mad Max' pero sin tanto cuero. «También en localizaciones increíbles», añade y menciona la espectacular fábrica harinera, construida en 1923 y que llega al año 2099 para escenificar una pesadilla retrofuturista que podremos contemplar 'online'.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo El futuro de la Humanidad se dirime en Zorroza