Paridad, cuotas, talento

Veamos. En el caso del arte, el informe editado por la historiadora Marta Pérez Ibáñez concluye que en España las mujeres ocupan solo el 27% de los catálogos de las galerías y que el precio de sus obras es claramente inferior al de los hombres. Por poner otro ejemplo igual de cercano, el del cine español, el informe CIMA también deja claro que la brecha de género en ese sector es innegable, ya que las mujeres representan un 30% del personal de una película y solo un 26% en el caso de la dirección.

Naturalmente, el camino hacia una igualdad de género mediante cuotas también afecta a una cuestión que es clave en la creación y en la expresión cultural: el talento. Porque todos no son iguales en su talento y en sus habilidades o capacidades creativas, algo que ya establece de forma natural una diferencia que afecta por igual a hombres y mujeres. Por eso hay que tener un cuidado extremo para armonizar y no hacer dispar el camino hacia la paridad de género y la calidad en la creación cultural.

Eso sí, resulta fundamental que haya una igualdad de oportunidades para demostrar y desarrollar esas mismas capacidades creativas. Por ello es probable que el mayor énfasis en un sistema paritario de cuotas afecte en la cultura a la prioridad de una selección centrada en el talento, aunque hoy por hoy es mucho peor esa desigualdad que presupone la absurda idea de que las mujeres tienen menos talento que los hombres para el cine, el arte, el teatro o la danza.

Este año la noche de los Oscar tiene ya un vencedor anticipado: la normalidad postpandémica, es decir, la recuperación de la taquilla, la vuelta de los 'blockbusters' -'Top Gun: Maverick' y 'Avatar' compiten por la estatuilla a la mejor película-, la mezcla del cine comercial con el independiente y las mejores expectativas para la audiencia televisiva de la gala. Sin duda, el espectáculo de la noche va a descansar sobre tres pilares: la estética glamurosa en el desfile por la alfombra roja, el show escénico con los 'gags' de Jimmy Kimmel y el incierto resultado de unos Oscar especialmente competidos. ¿Ganará 'Todo a la vez en todas partes' a 'Los Fabelman' de Spielberg? ¿Será 'Sin novedad en el frente' el primer Oscar a la mejor película de Netflix? ¿Se impondrá Cate Blanchett a Ana de Armas y Colin Farrell a Brendan Fraser? La respuesta, esta madrugada.

Gran alarma en el mercado del arte ante el horizonte de una fiscalidad mucho más restrictiva. Resulta que a partir del 1 de enero de 2025 entrará en vigor una nueva directiva de la Unión Europea que prevé aumentar hasta el 20% el impuesto a la importación de obras de arte procedente de países no comunitarios. En otras palabras, si un galerista o un coleccionista quiere importar un cuadro del mercado norteamericano, por ejemplo, tendrá que pagar un arancel del 20%. La directiva también prevé que los museos que compren directamente fuera de la UE quedarán exentos en el pago de este impuesto. Ahora bien, si un museo le compra en la Unión Europea a un marchante o a una galería que haya pagado previamente ese arancel, será normal que este último lo repercuta en el precio que le aplica al museo. Por eso, las quejas que está suscitando esta norma aluden tanto a su efecto negativo sobre un mercado europeo que podía beneficiarse de la pérdida competitiva de Londres tras el Brexit, como al consiguiente encarecimiento en las compras extracomunitarias de los museos públicos.