Doña Rosita y Ophelia llegan dispuestas a sorprender
Esta semana coinciden en Bilbao dos obras que revisan clásicos teatrales y dan a las mujeres un nuevo protagonismo
Esta semana llegan a los escenarios bilbaínos dos mujeres a las que habrá que escuchar con atención, porque nos van a contar algo muy distinto ... a lo que se espera de ellas. 'Doña Rosita anotada' y 'Ophelia' -en el Arriaga y Pabellón 6, respectivamente- revisan clásicos teatrales y dan un nuevo protagonismo a los personajes femeninos. Con diferentes propósitos y estilos, ambas se acercan al público contemporáneo cambiando algo más que sus ropajes. Nos invitan a reflexionar sobre el efecto corrosivo del paso del tiempo, la manera en que la sociedad mira a las mujeres y la idea de la venganza.
Esta es la primera vez que Pablo Remón, autor de 'Los mariachis', 'El tratamiento' y '40 años de paz', entre otras obras, dirige un texto que él no ha escrito. De hecho, cuando la Comunidad de Madrid le propuso abordar 'Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores' dentro del año dedicado a Lorca lo rechazó. No veía qué podía conectarle con la historia de una solterona, esa palabra que por fortuna ha caído en desuso. Sin embargo, «pasó un mes y seguía dándole vueltas», recuerda. «El personaje de Rosita me llevaba a pensar en mi infancia y en las mujeres de mi vida». Por ejemplo, en sus tías Pilar y Carmen, que le preparaban unas croquetas riquísimas. «Estaban solteras, vivían juntas y me cuidaban mucho cuando era pequeño. Eran ese tipo de mujer muy castellana...».
Ellas se integran en una trama paralela a la historia de Rosita. Tres actores -Fernanda Orazi, Francesco Carril y Elisabet Gelabert- se reparten los personajes, incluido el alter ego del propio Remón que cuenta a los espectadores todo el proceso. «Las ediciones de esta obra, que era la favorita de Lorca y la última que estrenó, están llenas de notas de estudiosos. Yo las sustituyo por anotaciones personales», explica. Su Rosita es «menos víctima de la sociedad y más creativa» que la lorquiana. Ella «se inventa una historia de amor, la construye para escapar del ambiente opresivo de una ciudad de provincias».
Fernanda Orazi la interpreta con su acento argentino, lo que da pie a la ironía «porque en la versión original este es el país al que se marcha su novio». Hay mucho juego y humor en esta obra que se desarrolla en 2008 -con un «flashback» en los ochenta- y habla al público de hoy. Se mantienen intactos algunos pasajes -como el monólogo más conocido, «que es maravilloso»- y otros están «muy recortados e intervenidos». Quedarse soltera hoy «no tiene nada que ver con lo que era hace cien años», así que el montaje ahonda en otras cuestiones que siguen vigentes. «El paso del tiempo que va frustrando nuestras esperanzas y el peso de la mirada de los otros, que sigue siendo enorme sobre todo para las mujeres». También pone el foco «en el mundo de los cuidados y las mujeres escondidas».
Hamlet, personaje secundario
Los clásicos «permiten muchas miradas diferentes» y otro ejemplo es 'Hamlet'. La tragedia de Shakespeare se ha abordado ya desde el punto de vista de Ophelia, la prometida del príncipe cuya estampa más conocida es la de su muerte, ahogada y rodeada de flores. En la versión de la compañía getxotarra Utopian, ella es la princesa heredera «aunque el trono lo ocupa su tía, que se casa con su padre tras el asesinato de su madre». No solo cambia el género sino «también la historia», afirma el director, Carlos Baiges. La obra plantea «una revisión de la idea de la venganza» en la que Ophelia «toma otro camino» y Hamlet es simplemente su enamorado.
Baiges es actor y profesor de interpretación en Utopian, el centro formativo y de creación que en 2012 recogió el testigo de la Escuela de Teatro de Getxo. La compañía vinculada al proyecto busca la investigación en nuevos lenguajes escénicos. «Los clásicos me fascinan y creo que para mantenerlos vivos conviene revisarlos con respeto, más aún desde el punto de vista de la mujer, que durante mucho tiempo ha estado olvidada en las artes escénicas», afirma.
Esta «lectura feminista» de 'Hamlet' tiene su origen en una adaptación que él mismo hizo en la Escuela de Teatro de Getxo. Ahora ha realizado una versión «más libre» con Arantxa Iurre. La obra, que se estrenó en Muxikebarri en febrero, conserva «el tono poético y gran parte del texto original» con una puesta en escena «lo más contemporánea posible. Sin espadas, con colores vivos y efectos de luz y sonido».
Los espectáculos
'Doña Rosita anotada'
Teatro Arriaga: Hoy (19.00). Versión y dirección: Pablo Remón.
'Ophelia'
Pabellón 6: Del 21 al 23 de mayo, 19.00 horas. Versión y dirección: Carlos Baiges y Arantxa Iurre.
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