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El autor de esta newsletter entre Pablo Berger y Álex de la Iglesia.
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Mis recuerdos de Álex de la Iglesia

Sábado, 7 de diciembre 2024, 10:57

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Esta semana he entrevistado a Álex de la Iglesia con motivo de '1992', una serie que se estrena el viernes. No puedo contar mucho sobre ella, porque Netflix hace firmar un embargo a los periodistas por el que nos comprometemos a no desvelar aspectos de la trama ni a dar nuestra opinión hasta un día y una hora concretas, que en este caso son las nueve de la mañana del próximo lunes. Solo diré que me ha gustado más, mucho más, que '30 monedas'.

La primera vez que oí hablar de Álex de la Iglesia fue gracias a un corto, 'Mama', allá en el lejano 1988. Lo dirigía su amigo Pablo Berger y Álex se ocupaba de los decorados. Lo emitieron en el circuito territorial del País Vasco de Televisión Española, en el Telenorte, y flipé con aquella frikada protagonizada por Torrebruno. Después descubrí 'La Cosa de la Ría', el cómic que De la Iglesia publicaba en la revista 'La Ría del Ocio', y ya en 1991 llegó 'Mirindas asesinas', cortometraje en el que convivían lo costumbrista y lo fantástico, el humor negro y la violencia. Por fin un director hablaba mi mismo idioma, fruto de haber mamado la misma tele, el cine y los cómics de una nueva generación.

Desde entonces he tenido la suerte de acudir a rodajes suyos y de charlar con un gran conversador. Todavía no trabajaba en EL CORREO, pero estuve en las antiguas instalaciones de Sefanitro en Lutxana, donde se rodó 'Acción mutante', aquella oda a la diferencia y lo freak que puso patas arriba el cine español y que se atrevió en su día a burlarse de una organización terrorista dolorosamente familiar. Recuerdo la locura de '800 balas' en un poblado del Oeste en Almería, donde se filmaron spaghetti westerns. Me viene la imagen de Sancho Gracia acodado en la barra del bar de un hotel de playa.

También fue un pandemónium -nunca mejor dicho- el rodaje de 'Las brujas de Zugarramurdi' en la cueva más visitada de Navarra. Cuando era un estudiante de Filosofía en Deusto, el director bilbaíno ya buceaba en la Biblioteca Loyola entre edictos de fe y textos de aita Barandiaran y Julio Caro Baroja. La última vez que le he escuchado gritar acción es en la segunda temporada de '30 monedas', que trajo a Paul Giamatti a la playa de Ereaga: hacían como que el villano de la serie entraba en el Palacio Lezama-Leguizamón.

Lejos quedan los tiempos de la Galería Safi en la Calle Cortes de Bilbao, que reconozco no me hubiera atrevido a experimentar. Las performances y juergas, con Ramón Churruca colgado del techo boca abajo, con un televisor portátil atado a los genitales emitiendo un programa infantil, mientras en el baño proyectaban 'King Kong'. Los años salvajes, de los que mantiene a amigos y cómplices creativos como su guionista, Jorge Guerricaechevarría, y los directores artísticos Arri y Biaffra. Sin embargo, Álex no es nada nostálgico y ahora considera que vive «su momento más feliz».

De la Iglesia, en los tiempos de la Galería Safi.

Con Carolina Bang, su mujer y socia en Pokeepsie Films, De la Iglesia ha podido hacer realidad el sueño de ser productor y ayudar a directores debutantes. Parece trabajar 24 horas al día, mientras dos de sus cuatro hijas, ya en la veintena (tiene otras dos, de 6 y 8 años) vuelan por libre: una estudia para ser documentalista en la ECAM y la mayor hizo Historia del Arte y trabaja en exposiciones. Ahora Álex luce unas gafas que le dan un aire a lo Bob Pop y está en la etapa chándal; como me explicó un día, si engorda no encuentra pantalones de su talla, así que lleva uno de chándal. Yo también tengo que bajar kilos, Álex.

Otro recuerdo imborrable. Juntarle con Pablo Berger gracias al Festival Ja! para que recordaran cómo estuvieron a punto de ser expulsados de la Universidad de Deusto por proyectar en el cineclub 'El último tango en París'. O cuando cogieron un autobús en Avenida de América y acabaron en un rincón de La Mancha para escribir el guion de '2.000 vascos', la terrorífica odisea de un grupo de madrileños que en los 70 viaja a Biarritz a ver la peli de Bertolucci, pero recalan en un pueblo donde son atacados por un grupo de vascos que les van matando mediante sus tradiciones: arrastre de piedras, pelota vasca... O cuando, con 25 años, acarrearon un televisor Telefunken al hotel María Cristina durante el Festival de San Sebastián para que Tim Burton viera 'Mama'... ¿Cómo no amar a Álex de la Iglesia?

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