Borrar
La cantante Izaro en el documental que ha dirigido junto a Ander Merino.

Izaro: «Ojalá hubiera ido antes a terapia»

La cantante se sincera en un documental que estrena Zinebi sobre los estragos personales sufridos en su fulgurante carrera

Lunes, 14 de noviembre 2022, 00:26

Comenta

Hay veces en que lo más interesante de los documentales musicales ocurre en las bambalinas, entre canción y canción. Martin Scorsese lo sabía cuando rodó la magna 'El último vals', en la que tuvo que borrar los rastros de cocaína en la nariz de Neil Young con costosas técnicas de rotoscopia. Las actuaciones musicales eran memorables, pero el filme también mostraba en los interludios a un grupo, The Band, a punto de estallar. Izaro (Mallabia, 1993), la cantante con más proyección del pop vasco, lleva sin parar desde 2016, cuando lanzó su primer disco, 'Om'. El pasado 7 de mayo llenó el Velódromo de Anoeta en un concierto que iba a ser recogido en un documental codirigido por la artista y Ander Merino. Pero cuando lo preparaban pensaron que no podía ser un filme canónico, una colección de canciones en directo sin más.

'Izaro: Limoiari eztia/Reivindicar la ternura' se estrena el 14 de noviembre en Zinebi (Sala BBK, 18 horas) con la presencia de su protagonista, que dedica el grueso del filme a reflexionar en voz alta sobre lo que le ocurre. «No sé si el concierto de Anoeta es el más importante de mi carrera, todos lo son porque suceden cosas particulares», confiesa a EL CORREO. «Pero para mí marca un hito, un antes y un después. Con la preparación de ese concierto empecé a ir a terapia y el documental adoptó formas diferentes, fue avanzando conforme a mi trabajo personal». Izaro, autodidacta que a los 19 años comenzó a tocar sus primeros acordes de guitarra, reconoce que su vida hasta ahora ha sido «frenética y furiosa para llegar a un sitio, un periodo en el que lo he dado absolutamente todo». A partir de ahora, confía, «empieza el concilio trabajo-vida, el decidir cuánto dar y cuánto no». «Hasta ahora era darlo todo, persona y personaje sin vivir».

No es habitual que en una película a mayor gloria de una estrella pop su protagonista confiese «estar triste» en plena vorágine. «Es muy importante decirlo», remarca Izaro. «Ya no estoy triste, el documental no refleja mi yo de ahora, sino el camino, que es lo importante. Ahora estoy bien porque he hecho todo el trabajo para poder estarlo. He intentado mostrarme lo más sincera posible».

En la hora de película asistimos a los ensayos del ambicioso recital, un triunfo sin paliativos en el que tocaron invitados como Eñaut Elorrieta y Xoel López y la cantante voló colgada de cables por el escenario. Dos horas y veinte en las que repasó temas de discos como 'Eason' (2018) y 'Limones de oro' (2020), el último publicado hasta la fecha, que en el documental se despachan en un par de minutos finales. Mientras la maquillan y charla con sus músicos, Izaro reflexiona en voz alta agarrada a unos folios, como si escribiera un diario con frases como «soy solo mi trabajo y eso me ha hecho ser invisible como persona» o «la vida fuera del foco ya es una vida plena».

«La exposición es difícil, aparte de la ternura reivindico cuidarse y pedir ayuda», alecciona la artista de Mallabia, que añoraba «la rutina diaria, disfrutar un poco de las cosas». El concierto de Anoeta se grabó al completo, pero cuando empieza, acaba el documental. «Lo importante es cómo se llega hasta allí. La meta era el camino. La magia del directo se guarda para quien estuvo en Anoeta y para quien vaya a los futuros conciertos».

–¿Y no existe el peligro de defraudar al fan que espera algo que no es?

–Si es fan probablemente estuvo en el concierto, y creo que esto será más enriquecedor para él, casi todo es bambalina, un disfrute extra.

–Vivir en la carretera no es tan guay, ¿no?

–Vivir en la carretera te lleva a que no tengas cosas diarias que hacer, tienes muchos frentes abiertos todo el rato, una responsabilidad muy grande. Si no puedes apagarlo y encima te reconocen por la calle te puede gastar entera.

–¿Usted ha llevado las riendas de su carrera?

–En todo momento. He venido al galope porque era necesario, ahora toca cuidar al caballo que me ha traído hasta aquí. Y trotar.

Vídeo. Videoclip de 'La felicidad'.

Los seguidores de la cantante pueden estar tranquilos. A Izaro sigue gustándole componer canciones, «el mejor trabajo del mundo», y en esta nueva etapa de su vida marcada por un objetivo, «el bienestar», seguirá haciéndolo. El confinamiento al que obligó la pandemia, recuerda, supuso un traspiés profesional en plena ascensión al estrellato, pero en lo personal constituyó un alivio. «Ya sé que es una opinión impopular, pero a veces echo de menos estar encerrada con mi pareja en mi casa y no tener que hacer nada más porque todo el mundo estaba quieto».

«Gora borroka feminista»

La autora de 'Libre' y 'La felicidad' canta en euskera, castellano e inglés, aunque sus confesiones a cámara las hace solo en su idioma materno. «Refleja mi realidad lingüística», explica. «Soy completamente bilingüe y el inglés me inspira porque he escuchado muchísima música en ese idioma. Mi padre habla castellano, pero mi lengua materna es el euskera». A sus 28 años, Izaro Andrés Zelaieta seguirá viviendo en Donosti aunque, como reconoce, desde Madrid accedería a otros circuitos y conocería a más gente. «Para mantener a raya la conciliación vida-trabajo no creo que Madrid sea un buen lugar». Cuando escucha en sus conciertos los gritos de «¡gora borroka feminista!» se siente arropada. «Escuchar eso me da esperanza y me acompaña. La situación es mala, y esos gritos alivian el miedo y el dolor con el que viven gente muy cercana».

Izaro en los preparativos de su concierto en Anoeta el pasado 7 de mayo. Lobo Altuna

Durante buena parte del documental, la cantante aparece aferrada al móvil en estos tiempos en los que los artistas no necesitan intermediarios para llegar a su público directamente a través de las redes sociales. Ella admite que no les dedica demasiado tiempo y que fuera del trabajo le es fácil dejar el móvil. «Voy a seguir practicándolo, aunque a veces piense que debería estar más en redes. Son cruciales, porque vales lo que te ven, aunque hay otros muchos criterios para valorar un oficio».

–¿Sigue en terapia?

–Sí, es esencial. Menos mal que fui, ojalá lo hubiera hecho antes. Animo a cualquiera que esté dudando a que vaya, porque te ayudas mucho a ti misma. Hay que cuidar el cuerpo y el cerebro. La terapia me ha cambiado la vida.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Izaro: «Ojalá hubiera ido antes a terapia»

Izaro: «Ojalá hubiera ido antes a terapia»