Crítica de 'Uncharted' (2022): El legado del ladrón

Si en su día Amy Hennig y Neill Druckmann -guionistas y directores creativos de 'Uncharted'- reconocieron la influencia inequívoca de Indiana Jones en el diseño y composición genética del protagonista de una de las series más exitosas de la historia de los videojuegos, Ruben Fleischer hace lo propio en la primera oportunidad que el guion le permite quitarse de en medio una comparativa que no entrará en la conversación de su público objetivo.

A los adolescentes que han visto crecer a Tom Holland hasta convertirse en una de las grandes estrellas del cine mainstream -aunque aún le falta la madurez y el carisma para levantar proyectos menores- poco les importan los cócteles de referencias y seguramente ignoren que quien interpreta al mentor del protagonista en su día fue nominado para encarnar a Nathan Drake, aunque notarán que, a diferencia de otras producciones elefantiásicas como 'Fast & Furious', 'Uncharted' está recubierta por una pátina de aventura añeja potenciada por la evocadora fotografía de Chung Chung-hoon.

La puesta en escena de Fleischer no alcanza para empatar con la inmersividad de joyas de la cinemática como la persecución en jeep de 'El desenlace del ladrón', pero al menos se nota que 'Uncharted' está dirigida por una persona de carne y hueso que no solapa los personajes bajo la espectacularidad de la imagen digital.

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