Crítica de 'Última noche en el Soho' (2021): Calles de fuego

Se reestrena en DVD 'Última noche en el Soho, un vibrante 'thriller' psicológico del autor de 'Baby Driver' (2017), centrado en las peripecias de una joven que se desplaza hasta la capital del Reino Unido en la década de los años 60. O sea, la apasionante época del 'Swinging London', donde nada es lo que parece, hasta el punto de meterse hasta el cuello en una intriga criminal, en la que también figura una arrebatadora cantante... Argumento sazonado con una espectacular banda sonora, en la que presente y pasado se mezclan de forma extraordinariamente hábil, mientras las calles de esa zona del distrito de Westminster y parte del West End escupen fuego.

Las seductoras Anya Taylor-Joy y Thomasin McKenzie se desdoblan en dos sugetivos personajes, conforme deambulan por los clubs nocturnos de una urbe tan fascinante como fantasmal. Hasta el punto de que su máximo responsable consigue que la esquizofrenia latente en la película se convierta en algo glamuroso. De igual modo que los múltiples focos, flores de neón y escaparates de lujo, móviles y caóticos, adquieren aquí un brío y un nervio realmente avasalladores. Son sombras, figuras veloces, representadas por poco más que un suspiro, que narran minúsculas epopeyas, que anuncian el destino, no poco azaroso, de una humanidad que crece incontrolable.

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