Crítica de 'Pequeños milagros en Peckham Street' (2019): Comunidad de vecinos
Críticas de cine ·
La adaptación de los emigrantes en el Reino Unido, sobre todo en pleno Brexit, es lo que describe 'Pequeños milagros en Peckham Street': película de corte social realizada por dos cineastas de ascendencia búlgara, afincadas en Londres. La forma en que se narran sus experiencias, es lo más destacable de una película aceptable, donde los aspectos racistas, por parte de una ciudadanía, en la que hay de todo, cuentan mucho en el desarrollo de la historia. La mezcla de actores profesionales con otros entresacados de la vida cotidiana, es otro de los puntos fuertes de un filme honesto, ambientado en una plural comunidad de vecinos, en la que se cuela un gato muy especial.
Contemplamos una urbe convertida en algo así como un Babel contemporáneo, el 'zigurat', un 'axis mundi', centro que es a su vez diagrama del mundo, la forma visible, simbólica, garante de la organización de la sociedad. También es un mito que trata de explicar cómo siendo el ser humano lo mismo en cualquier lugar y cultura, tenga varios cientos de lenguas y cómo perdimos la lengua original, única. Las realizadoras de 'Pequeños milagros en Beckham Street' han filmado una historia humanista muy crítica con un entorno hostil, una fábula dramática sobre gente infeliz en un mundo cruel, donde hay demasiados espejos para la desdicha.
Pequeños milagros en Peckham Street
-
Bulgaria. 2019. 92 m. (12). Drama.
-
Directores: Vesela Kazakova y Mina Mileva.
-
Intérpretes: Irina Atanasova, Angel Genov.