Crítica de 'Damas de hierro' (2020): Ausencia de malicia

Vamos a ser sinceros, la comedia negra aparece de vez en cuando, pero a duras penas arranca en el espectador un repentino escalofrío. Ahora, la cinta finlandesa 'Damas de hierro' se centra en las peripecias de una mujer que decide eliminar de un sartenazo a su tóxico marido. A partir de ahí, en compañía de sus veteranas hermanas, decide emprender un impredecible viaje, con irregulares resultados. Drástico punto de partida para un cambio de vida por parte de sus protagonistas, cuando los mejores años de sus vidas ya pasaron. Lo que da pie a una trama capaz de ponérselos a uno por corbata, en una cinta que no terminar de camelar al respetable.

A partir de ahí, el amor y el odio son los dos ejes sobre los que pivota un enredo aliñado con cierta mala uva, que entronca con otros títulos nórdicos del mismo estilo. El embrollo, por tanto, tiene su intríngulis, ya que su expeditiva responsable, Pamela Tola, levanta la farsa con la tira de situaciones estrambóticas, en un conjunto en el que se echa en falta una superior malicia a la hora de plantear la convivencia matrimonial. En ese sentido, la cinta nos remite a aquel malicioso y fatalista proverbio chino, según el cual el matrimonio es como una fortaleza asediada: los que están dentro de las murallas quieren salir y los de fuera entrar.

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