La película danesa 'Un bocado exquisito' no irá directa al paladar de los buenos aficionados al cine, ya que se encuentra a años luz de otros títulos del mismo estilo, que tienen la alta cocina como elemento distintivo de la historia. Aquí, Maggi y Carsten son una pareja gourmet, que regentan un restaurante en Copenhague. Tienen todo cuanto desean, excepto una estrella Michelin, por lo que su afán en conseguirla dará al traste con su hasta entonces apacible vida sentimental. En esta ocasión, estamos lejos de títulos tan apetitosos como 'Comer, beber y amar' (Ang Lee, 1994), 'El chef enamorado' (Nana Djordjadze, 1996) o 'Secretos de cocina' (Aizpea Goenaga, 2009).
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El guisote resultante ofrece asimismo la tira de guiños a los amantes de los fogones en un conjunto insípido, puesto que estos aspirantes a restauradores de prestigio se obsesionan de tal modo con ver aparecer una estrella, no las del firmamento, sino de la rimbombante guía Michelin, que acaban por desmantelar el núcleo familiar. Ambos son ambiciosos y la quieren obtener, pero en la cocina huele a «Flæskestegs» recalentados. De todas formas, de la cinta al menos se deduce que a un ejecutivo con buen apetito, primero dale de comer y después háblale de lo que sea; porque si empiezas por hablarle, sea de lo que sea, fracasarás, no lo dudes.
Un bocado exquisito
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Dinamarca. 2021. 104 m. (12). Romance.
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Director: Christoffer Boe.
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Intérpretes: Katrine Greis-Rosenthal, Nikolaj Coster-Waldau, Flora Augusta.
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