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A. Moyano y A. Algaba
Sábado, 21 de septiembre 2024
Cate Blanchett ha convertido la gala en la que ha recibido el Premio Donostia en un alegato en favor de la duda y de la ... curiosidad insaciable. «Cuanto más hago, menos sé. El hilo conductor de mi carrera ha sido el deseo de saber qué significa ser humano. Hay tantas certezas en el mundo y hay tanta gente que no alberga dudas, cuando el mundo es un lugar tan incierto, que tenemos que ser humildes y decir: 'No sé'»
Ante un Kursaal que la ovacionó en pie, la intérprete australiana, ataviada con un vestido con motivos plateados, recogió el galardón de manos del director mexicano Alfonso Cuarón, con quien acaba de trabajar en la miniserie 'Disclaimer'. Instantes antes, George Clooney echó a perder el maquillaje de la actriz, que no pudo reprimir las lágrimas ante el vídeo grabado en Venecia con el que el intérprete le felicitó por el Premio. Blanchett, que dirigió unas palabras en euskera para mostrar su gratitud por el galardón, intercambió elogios con Cuarón y, como ya había hecho en la rueda de prensa, citó a la escritora brasileña Clarice Lispector para proclamar: «Hay ventajas en no saber». Recordó que «vivimos en tiempos inciertos» y lamentó que «queramos encontrar respuestas rápidamente». Y concluyó con un: «¡Gracias a San Sebastián, disfruten del Festival!».
Horas antes de la ceremonia de entrega del galardón, la actriz Cate Blanchett ofreció una multitudinaria rueda de prensa en la que advirtió del «peligro de hacer películas que pretendan gustar a todo el mundo, filmes que no llegan a nada». En su comparecencia, habló de su carrera, de sus inicios y hasta del cambio climático, pero, deliberadamente o no, su discurso se articulado en torno a tres ejes: la necesidad de que el cine represente la diversidad del mundo, su amor por el teatro y de fondo, la importancia en su carrera de dos adaptaciones de novelas de la escritora Patricia Highsmith: 'Carol' y 'El talento de Mr. Ripley'.
Blanchett aseguró que «existe el peligro de hacer películas que pretendan gustar a todo el mundo. Cuanto más homogéneo es algo, más banal resulta». En este sentido, recordó su condición de australiana y recordó que el hecho de que «no haya muchos papeles en los que busquen un acento de ese país supone una pérdida de diversidad. Cuanto más específica culturalmente es una película, más potente es, por eso me parece maravilloso que el Festival de San Sebastián celebre películas de la región junto a otras producciones internacionales». Recalcó su implicación en la industria cinematográfica de «una comunidad pequeña» como es la australiana», como lo evidencia su papel como actriz y productora ejecutiva en la película que presenta en Donostia, 'Rumours'.
Respecto al teatro, indicó que «sigue siendo mi gran y único amor porque el contacto con el público es directo, mientras el 'streaming' te separa de los espectadores y sólo importan cuántos ojos te han visto. Es horrible», lamentó.
Habló también de su lejana experiencia con el difunto Anthony Minghella en 'El talento de Mr. Ripley' y más concretamente de lo que supuso el rodaje de 'Carol', la novela lésbica de Patricia Higshmith que protagonizó a las órdenes de Todd Haynes. «Hay que conseguir una mayor representación delante y tras las cámaras del colectivo LGTBI+. Hace nueve años -cuando se rodó la cinta-, fue difícil conseguir el dinero para rodarla porque nadie quería financiarla y distribuirla. Volví al teatro. Ahora el paisaje es muy diferente a entonces».
La intérprete tuvo palabras de elogio para Pedro Almodóvar, «con quien siempre estoy hablando», pese a que nunca se concretó un proyecto conjunto, y anunció que ha vuelto a rodar recientemente con Jim Jarmusch, con quien ya lo hizo hace 21 años en 'Coffe and Cigarettes'. «Para Jim es tan difícil rodar ahora como entonces porque es complicado garantizar que sus películas encontrarán un público aunque tengan financiación. Entrar en el cine independiente es un gran desafío porque cada vez es más complicado que sus películas encuentren distribución. Y es ahí donde los festivales de cine hacen un papel importante porque generan una inercia».Sobre el cambio climático dijo que «durante la pandemia la industria del cine cambió rápidamente incorporando a un responsable anti-Covid. ¿Por qué no hacer lo mismo con un representante ecológica en la preproducción?», se preguntó. Y debió notar una falta de interés en la sala porque llamó la atención a los presentes: «Hablar del cambio climático es sexy». Finalmente fue preguntada por la guerra de Gaza y tras recordar que «hay muchos conflictos y abusos de los Derechos Humanos en el mundo», abogó por «manifestarse como parte de la vida en democracia, pero no creo que se vaya a resolver nada en la alfombra roja o haciendo yo declaraciones», concluyó.
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