Una adaptación de Aramburu anterior a 'Patria'
Benito Lacunza se hace llamar Benny Lacun. Alguna vez estuvo a punto de ser trompetista de jazz, pero quizá fue demasiado mediocre o demasiado vago para conseguirlo. Vive en los bares. Y cuando se entera de que su padre está a punto de morir regresa a Estella, el pueblo de donde huyó sin mirar atrás. Allí vive un hermano escultor, débil y atormentado, y una antigua novieta ligera de cascos que sobrevive en una caravana. Su hija encontrará algo parecido a un padre en el borrachín protagonista, que tras bautizarla Puerquita terminará por aceptar que ella es el único motivo para levantarse cada mañana.
Antes de que 'Patria' acapare en otoño las conversaciones, merece la pena recuperar esta adaptación de la novela de Fernando Aramburu 'El trompetista del Utopía'. La ópera prima de Félix Viscarret arrebató en el Festival de Málaga de 2007 por su mirada tierna hacia una colección de perdedores a los que no se juzga en ningún momento. La rara poesía de 'Bajo las estrellas' extrae ternura del fracaso. Construye una sentida historia de amistad entre un adulto y una niña que desmonta nuestros prejuicios iniciales. Lo escabroso da paso a lo paternal.
Viscarret se desmarca del costumbrismo localista. La acción transcurre en Estella, pero el tiempo y el espacio parecen suspenderse. Al desastre de Benito (Alberto San Juan) le parten la cara los borrokas de su pueblo por condenar un atentado: es uno de los escasos apuntes geográficos que, de paso, incide en la integridad de un antihéroe. Le ocurre como a los vaqueros de los westerns crepusculares, condenados a volver a su ciudad para encontrar la redención.