«Necesitamos el periodismo para seleccionar el grano entre la paja»

Tiene Carles Francino (Barcelona, 1958) capricho por ver el nuevo San Mamés. Va a tener ocasión de hacerlo. El veterano comunicador abre mañana 'La Ventana' (La SER, de 16.00 a 20.00 horas) desde Bilbao. Hace meses que ve nubes grises, y no es cosa del clima. Ojalá... La pandemia y la bronca política, dice, «están alargando demasiado la cuesta de enero», que ya estamos acabando febrero... Le está costando incluso a un «optimista antropológico» como él.

- La semana pasada hacía balance en su programa de este último año. ¿Qué hemos aprendido?, se preguntaba.

- Este último año hemos aprendido, básicamente, a asustarnos. El miedo se nos ha metido dentro y va a costar sacarlo. No quiero hacer un retrato muy pesimista, pero desde hace un par de semanas están bajando los contagios y ya hay quién está meneando la cola para intentar que se aligeren más las restricciones. Creo que eso es una prueba clarísima de si en ese debate de ¿la salud por encima de todo o primero la economía? la economía sigue llevando ventaja. Yo entiendo, como no puede ser de otra forma, la defensa legítima de los intereses de cada sector, pero si estamos de acuerdo en que lo primero es la salud, lo primero es lo primero. Hay que fijar un criterio, cuando hay una pandemia de este tipo lo primero que hay que hacer es defender la salud y lo que hay que hacer después es aplicar medidas económicas, pero medidas directas, casi de rescate a los sectores más afectados.

- Arrastramos un año de incertidumbre e 'infoxicación'. ¿Se reivindica más que nunca el periodismo de calidad?

- Tenemos un problema de digestión. Es imposible poder asimilar todo lo que nos llega en forma de información o de cosas que parecen que son noticias. El filtro que ejerce la profesión periodística, y que es absolutamente imprescindible en una sociedad que se considere higiénicamente democrática, se ha revelado más importante que nunca. No estoy barriendo para casa, estoy describiendo un paisaje. Si fuese arquitecto o albañil diría lo mismo porque lo que quiero cuando veo, leo o escucho algo es fiarme. El periodismo es el vínculo de confianza entre el ciudadano y la información. Nuestro reto es mantener esta credibilidad, el periodismo es más necesario que nunca para poder seleccionar el grano de la paja, porque hay falsedad y cosas inexactas circulando por ahí.

- El oyente, más que asomarse a 'La Ventana', ¿se ha aferrado?

- Eso, durante el confinamiento, nos llegó mucho. Todo el retorno que teníamos era ese, sentíamos un plus de responsabilidad. Por un lado, intentar mantener la información abierta sin agobiar, sin mecanizar, sin ir acumulando cifras que al final te inmunizan; por otro, abrir ventanas para hablar de otras cosas que nos saquen de ese bucle.

- ¿Cómo no estar 'conectado' 24 horas?

- La pandemia está ahí permanentemente, pero hay que tener mecanismos para no estar agarrados cada minuto. Estás conectado permanentemente, sí, pero buscando no solo buena información de ese tema, sino alternativas para hablar de otra cosa. El verbo fundamental de la radio es acompañar. Y acompañar es informar, entretener, investigar, divulgar, reír, llorar... Todo eso, salvo insultar, adoctrinar y cosas por el estilo.

- ¿Se ha sentido saturado?

- Esta cuesta de enero se me está haciendo larga porque hay un elemento que contribuye a contaminar el ambiente, que es toda la bronca política, la falta de mensajes claros y coherentes. No estoy invocando hiperliderazgos, sino una cierta coherencia. Necesitamos mensajes claros y contundentes.

- La actualidad política pasa por la encrucijada catalana.

- No hay ninguna solución a medio o a largo plazo en Cataluña que no pase por romper la dinámica de bloques, y eso lo saben los líderes catalanes y los líderes españoles. Pero en los días posteriores a las elecciones ese no es el discurso que triunfa. Los seres humanos solo sabemos hacer política o matarnos, ¡pues hagamos política! En este caso se trata de no practicar el negacionismo del adversario, que es el gran problema de la política catalana y española desde hace años: negar al adversario. Claro que hay posiciones diametralmente opuestas. Pero no entiendo por qué durante la campaña electoral nadie ha planteado un plan de reconstrucción nacional de Cataluña, una recuperación económica, que la pandemia no es un tema más, es el tema, y tenemos que arremangarnos todos. Luego que forme gobierno quien pueda o quien quiera.

- La mitad de los catalanes no ha ido a votar. ¿Solo miedo o es que 'no estamos a eso'?

- La pandemia ha influido, segurísimo, pero también, y mucho, el hartazgo. Mucha gente que piensa cosas distintas está harta de la falta de salidas, de la falta de expectativas. Llevamos diez años casi de esta película y hemos avanzado lo justo.

- Habla de todo con pasión. ¿Solo así entiende el ejercicio periodístico?

- El periodismo es como la vida, sin pasión no lo entiendo. Si este oficio no me motivara y me enseñara cosas nuevas cada día, y no es una frase hecha, me dedicaría a otra cosa. Llevo más de cuarenta años y podía estar cansado. No lo estoy.