La cara A y B de la movida suenan igual de bien
El Archivo Lafuente presenta en Santander más de 225 piezas, entre fotos, revistas y carteles, que ilustran al detalle la contracultura española de los años 70 y 80
José María Lafuente (Lugo, 1957) tiene un paladar exquisito que va más allá del queso de cabra. Además de dueño de la empresa de productos ... lácteos que lleva su apellido, es un hombre que marca las diferencias en el mundo de la cultura. No solo dirige la editorial La Bahía y la revista 'Arte y Parte', sino que también lleva las riendas de una de las colecciones más singulares de España. Un archivo de creación moderna y contemporánea, con más de 130.000 piezas (pinturas, fotos, revistas, libros, cartas, autógrafos, manifiestos...) que arrojan luz sobre periodos especialmente efervescentes del siglo XX.
«Queremos mostrar lo que hay debajo de la producción del artista. Todas esas ideas que flotaban en el ambiente y se plasman en soportes diversos. Es un material que contribuye a un mejor conocimiento de la Historia del Arte. Te transporta al momento», explica Lafuente cuando se le pregunta por la finalidad de una colección que, como la empresa de quesos, lleva su apellido. Hasta el 20 de septiembre, los visitantes del Palacete del Embarcadero, en Santander, tendrán la oportunidad de apreciar la originalidad del Archivo Lafuente. La exposición 'Esto no es Hawaii' les permitirá adentrarse en el corazón mismo de la movida madrileña. Un viaje en el tiempo que servirá para disfrutar de la cara A y B del fenómeno. Todo importa.
Ya el propio nombre de la muestra, un homenaje al programa de Jesús Ordovás que tenía por sintonía una canción de Loquillo y Los Trogloditas, sirve para entrar en situación. Gran parte del material que se exhibe tiene la impronta del locutor que en los años 70 y 80 contribuyó a dar alas a la contracultura musical. Ahora se expone con el aval del Archivo Lafuente y el rigor historiográfico de los comisarios Juan González de Riancho y Elsa Fernández-Santos. La puesta en escena se ha cuidado al máximo.
La universidad de Almodóvar
Entre las más de 225 piezas que abarca, no faltan carteles, pinturas, fotos, portadas de discos, maquetas y magazines. Todos ellos con una estética que en su día se desmarcaba del 'mainstream' para correr libremente. Artistas como Ceesepe, Alberto García-Alix y Ouka Leele se sentían a sus anchas en ambientes 'underground' y renovaban los enfoques y modas sin necesidad de campañas de publicidad y márketing. No les costó cambiar la forma de mirar de toda una generación, sin dejar de soñar con los ojos abiertos en salas de conciertos como Rock-Ola, «la universidad de la movida», en palabras de Pedro Almodóvar.
'Esto no es Hawaii' es un maremágmun, igual que aquella época. Lo mismo fascinan los ejemplares de 'Ajoblanco', con artículos de Luis Racionero y Nuria Amat, que el flequillo de Carlos Berlanga en una foto del concierto en memoria del batería José Enrique Cano Leal 'Canito', fallecido hace 40 años en un accidente de tráfico. Había una electricidad en el ambiente que Tierno Galván, entonces alcalde de Madrid, no dudó en aprovechar. La movida tentaba a todo el mundo.
Para quienes tengan ganas de profundizar más todavía, el Círculo de Bellas Artes de Madrid también ofrece muchos alicientes con el sello del Archivo Lafuente. Hasta el 25 de octubre acoge la obra del fotógrafo Miguel Trillo bajo el título de 'La primera movida'. Una panorámica de fanzines artesanales que rinden tributo a «una juventud empapada de música». Las discotecas y conciertos de rock eran su hábitat natural. Solo allí, decía Alaska, «se toca a veces la felicidad».
Material del archivo
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Palacete del Embarcadero de Santander. 'Esto no es Hawaii', exposición sobre la movida. Hasta el 20 de septiembre.
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Círculo de Bellas Artes de Madrid. 'Miguel Trillo. La primera movida'. Hasta el 25 de octubre.
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