En primer lugar, quiero felicitar al patronato, las instituciones y, muy en particular, a Juan Ignacio Vidarte, por la feliz conclusión del siempre complejo proceso ... de renovación de un cargo directivo de esta relevancia y, más aún, en un museo como el Guggenheim Bilbao, que ha gozado a lo largo de su historia de una dilatada estabilidad en su cabeza. No dudaba de que en este nuevo trámite, como en tantos otros en el origen y la consolidación del proyecto, el prudente pilotaje de Vidarte iba a dar sus buenos frutos.
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Y, realmente, creo que es un nuevo éxito del Guggenheim la elección para la dirección del museo de Miren Arzalluz, historiadora y gestora con experiencia en el competitivo mundo de los museos internacionales y, especialmente, en el exigente mundo de la moda. Me alegra mucho que le hayan persuadido de volver a casa, donde, además de sus raíces, le unen lazos profesionales muy fuertes y donde, estoy seguro, va a saber aportar una visión propia, abierta y valiente del arte y la misión pública de los museos contemporáneos. Zorionak!
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