Malos tiempos para la plástica
La inestabilidad internacional, las caídas en las ventas de las casas de subastas y el cierre de galerías abonan la crisis del mercado del arte
Las galerías vascas de arte abren sus puertas a una nueva temporada que no invita a la esperanza. Las noticias que llegan del ámbito de ... las subastas son inquietantes, con más del 20% de caída en las ventas de Sotheby's y Christie's durante el primer semestre. El conflicto entre Rusia y Ucrania, la invasión de Gaza y las elecciones estadounidenses, entre otros factores, han generado una atmósfera de incertidumbre en el denominado mercado secundario que puede extenderse a todo el circuito. «Va a ser un año difícil», reconoce Gregorio Cibrián, de la donostiarra Cibrián, aunque minimiza el impacto. «Estas complejas crisis no nos afectan tanto a los más pequeños. Nosotros seguimos avanzando porque creemos que hay un amplio marco de mejora».
En cualquier caso, las noticias aventuran un escenario convulso. Al cierre de Marlborough, una de las grandes firmas internacionales, se suma el de otras prestigiosas entidades en Nueva York y Londres. En el País Vasco, la clausura es un fenómeno de larga duración que, en los últimos doce meses, se ha cobrado dos nuevas piezas, las veteranas Altxerri y Kur, situadas en el centro de la capital guipuzcoana.
El responsable de la segunda anuncia la apertura de un espacio en Fuenterrabía, en el antiguo restaurante de Ramón Roteta, aunque no sabe si seguirá con el formato clásico o establecerá la visita previa cita. «El sistema de galerías está obsoleto», sentencia Juanma Arriaga. «Es duro vender cuadros colgados y sobreviven los que realizan trabajos paralelos. El mundo que viene va a ser complicado».
El mercado vasco muestra una gran debilidad, según su experiencia. «Salir fuera es vital», advierte y apunta la necesidad de contar con vínculos con galerías en el exterior, ya sea Madrid, Barcelona o París. El apoyo institucional resulta muy escaso, en su opinión. «La Diputación y los ayuntamientos no compran casi nada y las ayudas para participar en ferias son muy escasas».
Cierta sombra de parálisis amenaza el volumen de transacciones. Ignacio Múgica, de Carreras Múgica, asegura que cuando escasean las ventas en las subastas no se incentiva el comercio con la aparición de obras buenas a precios interesantes. «Al contrario, los vendedores no se animan a proporcionar piezas importantes, prefieren esperar y aguantan porque tienen suficiente patrimonio», indica y señala como síntomas de la mala racha que las galerías revelen las piezas que venden y sus precios. «Es una manera de hacerse valer, como antes ocurría con los puntos rojos en la pared, a menudo falsos. Nadie quiere contar penas».
La reducción de la comisión de compras y los despidos en Sotheby's también evidencian una coyuntura preocupante. La firma bilbaína inaugurará la temporada con una exposición dedicada a Ángela de la Cruz. «En el País Vasco tengo clientes muy buenos, pero son escasos, el 80% procede de fuera», aduce, pero reconoce que es difícil competir con las galerías extranjeras. España grava las transacciones de obras de arte con el 21% de IVA, mientras que, a partir de enero, Francia aplicará un 5.5% y Alemania impondrá el 7%.
España sigue gravando las transacciones con el 21% de IVA, mientras que Francia aplicará el 5,5% y Alemania, el 7%
El coleccionismo no se empuja, sino que resulta penalizado. El impuesto de patrimonio en las grandes fortunas también incluye las piezas de arte, a diferencia de la exención gala, y existen gravámenes a la exportación para bienes con más de 50 años. «Tampoco hay una ley de mecenazgo y las empresas no compran», lamenta. «No hay voluntad política para mover esto. Se considera algo propio de elites cuando lo cierto es que si se fomentaran los fondos privados, al menos el 40% acabaría en museos».
El negocio es muy veleidoso, en opinión de Múgica. «Puedes pasar dos meses sin nada e, inesperadamente, pasa alguien que te compra cinco piezas», confiesa y señala que tres operaciones fuertes salvan el año. «Pero tú ya has hecho un esfuerzo para montar una exposición con transportes, catálogos y viajes de artistas y te quedas en blanco». Cibrián no se plantea emigrar a Madrid, tal y como han hecho otras galerías. «Allí la escena es más atractiva y la llegada de la burguesía latinoamericana ha atraído a firmas de todas partes», reconoce y explica su estrategia: «Estamos cerca de la frontera e intentamos establecer vínculos con Europa en ferias como Paris Internationale». Actualmente mantiene la muestra colectiva 'Segunda versión' con Iñaki Garmendia, Itziar Bilbao Urrutia y Yun Ping.
Las empresas guipuzcoanas se han agrupado en la Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de Donostia-San Sebastián con cinco miembros. «¿Una entidad vasca? Habría que plantearlo, pero no se han producido acercamientos desde Bilbao», alega, aunque admite reivindicaciones comunes. «Con este IVA no podemos competir fuera y la Administración no comprende las reglas del mercado».
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