La artista que estampó la palabra perdedor en una foto de Trump llena el Guggenheim con sus eslóganes críticos
La estadounidense Barbara Kruger inunda cuatro salas de grandes letras, vídeos y sonidos que se integran en la arquitectura del museo para cuestionar los poderes establecidos
En una época en la que parece indispensable hacerse selfies para colgarlos en alguna red social, la artista conceptual Barbara Kruger (Newark, EE UU, 1945) ... no se deja fotografiar ni filmar. La cascada de rizos pelirrojos que aparece en un corto que sobre ella hizo Pippa Bianco no es suya, aclara. Porque lo que quiere que se vea es su obra, y vaya si se ve. En primer lugar por el tamaño gigantesco de la tipografía de sus característicos textos, que a partir de hoy inundan el Guggenheim por dentro, adaptándose a sus sinuosas formas, para unir las cinco décadas de arte de la exposición 'Another day. Another night' (hasta el 9 de noviembre). Pero también por la popularidad de sus propuestas, siempre críticas con los poderes establecidos. En 2016, cuando Trump estaba a punto de acceder por vez primera a la Casa Blanca, Kruger ocupó toda la portada del semanario 'New York' con la cara del político y la palabra 'loser' (perdedor) en un rótulo rojo sobre su nariz. «A alguien como él lo que más puede molestarle es que le llamen perdedor», asegura.

En la década de los 60, trabajó en publicaciones como 'Mademoiselle' y 'House & Garden' como diseñadora, y pronto descubrió la capacidad y el poder de las imágenes y los lemas publicitarios para impactar en la mente de las personas. Sus primeras obras, los 'paste ups', se componen de fotos en blanco y negro recortadas de revistas que acompaña de una frase con carga de profundidad. Más adelante se centró en la creación de eslóganes con letras de gran tamaño y en negrita, combinando los colores blanco, negro y rojo. «Trabajo con imágenes y palabras porque tienen la capacidad de determinar quiénes somos y quiénes no», dice.
Entre las obras más celebradas de la artista, que logra difuminar los límites entre arte y publicidad, destaca la que en 1989 se convirtió en todo un referente feminista, 'Your body is a battleground' (Tu cuerpo es un campo de batalla), con la cara de una mujer dividida en dos; aquel año abundaron las manifestaciones feministas que querían contrarrestar la ideología conservadora y sus leyes contra el aborto y, antes de participar en una de ellas, Kruger preparó este póster que se hizo famoso y fue reutilizado con el paso de los años.

La muestra se inicia con la entrada a una sala en la que sobre la puerta se lee 'Cómpralo, olvídalo', toda una declaración de intenciones anticonsumistas. Dentro, enormes vinilos con infinidad de ejemplos de lo que parece el arte de Kruger... Pero solo lo parece: fotos con frases como 'Un cuerpo imperfecto, una persona imperfecta' o la cara de Michael Jackson y un '¿Quién me hizo esto a mí?'... Pero no son obra de Kruger, quien realizó un barrido por Internet y descubrió una miríada de copias de su arte que ella recupera aquí, cuestionando incluso su propiedad intelectual. De fondo se oye una caja registradora cobrando a golpetazos mientras las palabras de una de sus obras más famosas, 'I shop therefore I am' (Compro, luego existo) van cambiando en un montaje de led.

La segunda sala está repleta de 'paste ups' como el de 'We don't need another hero' (No necesitamos otro héroe), con un hombre comiendo un plátano. Ella se define como feminista aunque no así su arte, pues reniega de la categorización de los artistas. Otro 'paste up' famoso, este de 1987, el del mono gritando y la frase en rojo dentro de su boca 'Worth every penny' (Merece la pena cada penique).
Destaca el museo que la muestra, «patrocinada por Occident, brinda un análisis en profundidad de cómo el trabajo de la artista, muy arraigado en la comunicación de masas y el comentario cultural, sigue evolucionando en la era digital». Especialmente para Bilbao ha creado 'Untitled'. Camino' (2025), que transcurre por el suelo y sirve de hilo conductor entre las diversas salas de la muestra. Lo hace con citas de Edgar Allan Poe, Franz Kafka, Carlos Fuentes... en castellano y euskera, y utiliza el verde como novedad. Incorporó este color hace 15 años para escapar de sus tonos habituales.

Obras sonoras se ocultan en las salas (atención, también en los baños): un 'Hello' por aquí, un 'I love you' más allá convierten la experiencia en una sorpresa continua y contrastan por su sencillez con los mensajes cargados de contenido que nos entran por los ojos. También ocurrirá en la calle, pues algunas de sus piezas decoran ya el tranvía.

Su obra más llamativa llega hacia el final, 'Untitled. Forever', con textos en castellano y euskera. Impacta la frase de Virginia Woolf en una de las paredes con un 'Tú' descomunal, mientras en el suelo la cita de '1984' de George Orwell deja al visitante bastante tocado en estos tiempos que corren: «Si quieres hacerte una idea de cómo será el futuro, figúrate una bota aplastando un rostro humano... incesantemente».
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