Un Ferrari valorado en 153 millones de euros
El modelo que se instalará en San Sebastián dispondrá de mayores medidas de seguridad que sus hermanos neoyorquinos
Bastan dos datos para poner en perspectiva el calibre de la operación que ha supuesto traer el ordenador cuántico a Euskadi. El primero habla de ... su exclusividad: solo Japón y el propio País Vasco dispondrán este año del superordenador cuántico de IBM. El segundo lo reveló en Nueva York Adolfo Morais, viceconsejero de Ciencia, Universidades e Innovación. El Gobierno vasco invertirá 153 millones de euros hasta 2028 en esta infraestructura, una partida que se reparte entre los aproximadamente 50 millones que cuesta el ordenador, a los que se suman los 18 millones licitados para la construcción del edificio que lo albergará en Sebastián y el montante dedicado al mantenimiento de la máquina. «Al comprar un Ferrari, se pueden hacer dos cosas: guardarlo en el garaje o usarlo. Queremos hacer esto último, lo que implica adquirir la gasolina, llevarlo al taller para las revisiones…», subrayan desde Ikerbasque, la Fundación vasca para la Ciencia que se ha encargado del proyecto y ha permitido la visita de un reducido grupo de periodistas a las instalaciones del gigante norteamericano.
El origen de este plan se remonta a 2021. Entonces, un comité de expertos decidió que la cuántica era un sector por el que había que apostar. «Buscábamos lo mejor. Y lo mejor era IBM», explica Morais en el One Madison Innovation Studio, una especie de laboratorio de ideas de la compañía. En él se puede jugar una partida de ping pong en la que la inteligencia artificial analiza el juego como si se tratará del US Open. O comprobar cómo la colaboración con la Nasa ha permitido reforestar zonas de Kenia.
Ya en construcción
«Tiene muchas aplicaciones. Investigación, educación, creación de nuevos materiales, colaboración con empresas y también para la propia administración pública», destacó el viceconsejero, convencido de que el futuro pasa por la convivencia entre esta revolucionaria máquina y los tres supercomputadores convencionales de que dispone Euskadi.El System Two vasco ya se está construyendo. Cuando se instale este otoño en el edificio de Ikerbasque en San Sebastián, contará incluso «con más seguridad que los de Nueva York. Solo se podrá acceder con la huella dactilar y una tarjeta», afirma Miguel Ángel Arocena, gerente de Ikerbasque y encargado directo de todo el operativo.
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