Ver 35 fotos
Tienda en Bilbao (antigüedades para curiosos)
La nueva tienda de Bilbao para curiosos con las antigüedades que enamoran a Blake Lively y Katie HolmesLa emprendedora getxotarra Bárbara Soroa, apasionada del coleccionismo desde niña, sufrió un accidente de tráfico que le hizo replantearse su vida. Hoy regenta un comercio singular lleno de tesoros únicos que encuentra en sus viajes
«¿Tú compras para ti, verdad? No compras para vender, ¿no?», le preguntó el otro día Anna, la panadera de al lado, a Bárbara Soroa. «Me entró la risa, pero dio con la clave, porque yo elijo lo que me gusta, sin pensar en hincharme a vender», reconoce esta emprendedora getxotarra. Por eso, su tienda de antigüedades, 'Deco for Curious', no es una tienda más de decoración. Su coqueto comercio, pintado de verde de arriba a abajo, refleja su modo de ser y de vivir, sus pasiones e inquietudes. A sus 48 años, Bárbara ha encontrado su sitio, un trabajo con el que realmente disfruta y se siente realizada: «Me dijo el otro día una de mis hijas: 'Esta tienda eres tú, hasta huele a ti'». Incluso en el nombre ha dejado su sello. «La he llamado 'Deco para curiosos' en inglés porque 'curiosa' es el adjetivo que mejor me define. Siento curiosidad por todo, da igual lo que me cuentes, todo me interesa. Y en decoración, las cosas cuanto más singulares y especiales sean, mejor. No me gusta lo convencional, nunca me ha gustado, en ningún ámbito», admite mientras acaricia la figura de un caballo. También tiene su historia, como cada objeto que recupera con mimo y una sensibilidad especial. «Me enamoró en cuanto lo vi, ocho días detrás de él. He hecho una búsqueda bastante amplia, pero no sé de dónde viene, para mí que su antiguo dueño le puso un gorro boliviano al jinete para despistarme», bromea.
Publicidad
Apasionada por la historia y otras culturas, Bárbara siempre ha coleccionado objetos. De pequeña, peluches de diferentes países; y de mayor, todo lo demás: sombreros regionales, cartas y tarjetas de identidad antiguas, azulejos, alianzas de sus antepasados... «Me encanta el arte y todo lo que tenga que ver con la raíz de un pueblo, desde el folclore a la artesanía», cuenta. Heredó de su bisabuelo, uno de los mayores coleccionistas de arte de España en su época, esta pasión que decidió materializar el pasado 4 de diciembre abriendo su propia tienda, en el número 46 de la calle Juan Ajuriaguerra. Una decisión «arriesgada» que nació de un duro trance. Bárbara sufrió en 2020 un accidente de tráfico que le obligó a estar prácticamente dos años postrada en una cama. «Fue un golpe frontal contra un camión y aunque salí solo con una rodilla rota y un esguince, después empecé a no poder mover los brazos ni a doblar la otra rodilla. Físicamente estaba mal, pero anímicamente me encontraba peor, porque me empezó a fallar todo el cuerpo», recuerda.
Mientras se recuperaba, Bárbara se volcó en su hobby. Se abrió un perfil profesional en Instagram, 'Deco for Curious', y creó una tienda 'online' en la que compartía los tesoros que encontraba en ferias de distintos países. «Dos fines de semana al mes, mi marido, Ignacio, y yo cogemos la furgoneta y nos vamos a buscar objetos especiales, que traemos de Francia, Italia, Hungría, Bélgica, Holanda... Ya vamos con la idea clara, porque además hemos hecho amigos y contactos que saben lo que me gusta. Se ha convertido en una filosofía de vida», cuenta esta emprendedora, que ha trabajado en diferentes sectores, desde en una empresa metalúrgica hasta en el mundo del golf y en una agencia de viajes.
Después de la pandemia, dejó su trabajo como comercial de iluminación solar para convertir su afición en una forma de ganarse la vida. La cuenta que abrió sin pretensiones en Instagram comenzó a sumar seguidores -hoy supera los 67.000- y Bárbara comprobó sorprendida que entre sus incondicionales empezaba a haber caras conocidas. Siguen sus especiales propuestas actrices estadounidenses como Blake Lively, Katie Holmes y Patricia Arquette, además de la empresaria e icono de la moda Ines de la Fressange. «Está recibiendo muchos halagos de decoradores norteamericanos, ingleses y nacionales», apunta Ignacio orgulloso.
La tienda de Bárbara es un reflejo de todo lo que le gusta. Entre sus artículos más especiales, destacan los muebles antiguos pintados a mano. «Mira, estas dos piezas esquineras del siglo XVIII las encontré en una casa de campo de Las Landas. Es muy difícil hallar dos idénticas, en tan buen estado y con su papel original», explica. También triunfan entre sus clientes las vajillas francesas del siglo XIX y las telas antiguas que trae de Eslovaquia, Hungría, India, Pakistán y Afganistán, que vende en forma de colchas y cojines. Pese al reducido tamaño de la tienda, ha sacado espacio para otras curiosidades, como unas ménsulas de edificios religiosos que «quedan genial encima de una mesa o como pies de lámparas». Amante del arte sacro, Bárbara muestra un relicario que ya está reservado a un decorador que «quiere meter una calavera dentro». Al lado, llama la atención un marco para encuadrar esculturas que perteneció «a un señor de Burdeos que coleccionaba bustos y para todos ellos mandaba hacer marcos idénticos», explica.
Publicidad
Bárbara se autodefine como «doña mezclas». El suyo es un «estilo ecléctico en el que todo encaja»: «Me encantan las antigüedades rústicas, atípicas, sencillas, un poco decadentes, pero con mucho rollo y que pegan en un piso en plena ciudad». Además, siente debilidad por los artículos únicos hechos a mano, así que colabora con varios artistas para ofrecer sus creaciones. Sorprenden desde los originales platos con rostros de mujeres que elabora una creadora de Plasencia hasta las lámparas inspiradas en carruseles antiguos que crea una artista de Normandía. «¡Me encanta!», lanza desde fuera, sin llegar a entrar, un hombre de unos sesenta años, con pantalones de cuadros y gafas amarillas. «¡Muchísimas gracias! Está invitado a pasar», responde Bárbara, que lamenta que mucha gente se queda mirando el escaparate sin atreverse a rebasar la puerta. «No quiero que sientan la presión de entrar y comprar algo. Esta tienda está hecha para curiosear, sacar, enredar, preguntar... para pasar un buen rato y disfrutarla», concluye esta emprendedora que nunca rompió el hilo de curiosidad que conduce hasta su fantástico refugio verde.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión