Los comercios de Bilbao se unen para visibilizar el horror en Gaza: «No es política, es humanidad»
Varios comerciantes del Casco Viejo colocan carteles de solidaridad con Palestina para denunciar la masacre y exigir el fin de la violencia
Ander Lantarón abrió en octubre Cabecita de Ajo, una tienda del Casco Viejo que reúne artículos originales, muchos de ellos hechos a mano por creadores ... locales. Su colorido escaparate, con aire festivo y protagonizado por Marijaia, atrae la atención de quienes pasan por la calle, pero la mayoría también dirige su mirada a la puerta. Abajo, Ander ha pegado el cartel de Aste Nagusia y, a la altura de los ojos, un cartel azul con una sandía dibujada -símbolo de la resistencia palestina- y un mensaje rotundo: «Este establecimiento condena el genocidio en Gaza». Para él, posicionarse «es importante». «No podemos mirar para otro lado. Esto no es política, es humanidad. Lo mínimo que podemos hacer es visibilizar el sufrimiento de la población palestina y exigir el fin de la violencia», afirma.
En la misma calle Artekale, el cartel azul con la sandía aparece también en Kaboo, una tienda de artículos para bebés. En Ronda, luce en la óptica MaldeOjo, de Imanol; en Tendería, en la farmacia; y al doblar la esquina, en la pared más próxima a la barra de Okapi, el café obrador de Agus. También se han sumado Yaiza y Delia desde Marmoka (Carnicería Vieja) y Cristina, de Serie B (Lotería). «En un principio pensé en repartir yo mismo los carteles, pero opté por que los comerciantes interesados los recogieran en estos ocho establecimientos distribuidos por distintas calles del Casco Viejo», explica Ander. La primera tirada, de 60 copias, se agotó la semana pasada y este martes han impreso la segunda. «La respuesta está siendo muy positiva: cada vez se acercan más personas con ganas de mostrar su apoyo y llevar el mensaje a sus negocios», añade. Los carteles están disponibles en A4 o A3, y en euskera y castellano.
Cristina Cendoya, propietaria de la tienda Serie B, se ha sumado a la iniciativa movida por la «profunda impotencia» que le generan los masivos asesinatos en Gaza. Sabe que colgar el cartel no resolverá el conflicto, pero recuerda que, con la entrada de ayuda humanitaria aún bloqueada en la frontera de la Franja, «cada gesto cuenta y contribuye a amplificar el mensaje de solidaridad y denuncia». «Siento una profunda indignación ante la injusticia y una decepción creciente hacia una política exterior cargada de retórica, pero incapaz de imponer sanciones o adoptar una postura firme», lamenta. También Imanol Carretero, dueño de la óptica MaldeOjo, espera que la campaña «remueva conciencias». «Estamos dejando morir de hambre a bebés y esto no tiene nombre. Es cuestión de empatía y humanidad», defiende.
Yaiza Castillero, dueña de la tienda Marmoka junto a Delia Luiña, celebra la buena acogida que está teniendo el cartel. «Enseguida vinieron a por él otros comercios vecinos de Carnicería Vieja. Y también está teniendo mucha repercusión en redes sociales. El otro día me escribió un chico para que le guardásemos uno. Y si algún comerciante no puede pasarse, se lo acercamos». El único incidente se produjo hace diez días en el Café Obrador Okapi. «Dos turistas israelíes se fueron enfadadas porque no se sentían bienvenidas o seguras en un lugar en el que se denuncia el genocidio en Gaza. Pero no nos podemos quedar callados ante semejante brutalidad. Somos comercios, pero también personas», defiende Agus Sanz, propietario de este bar en Belostikale.
Artistas con Palestina
Detrás de esta campaña está el colectivo Artistas con Palestina, que hace un par de semanas la puso en marcha para visibilizar y condenar, desde cada rincón posible -incluidos los comercios-, la ofensiva militar en Gaza, donde ya han muerto al menos 61.599 personas, según datos del Ministerio de Sanidad de la Franja. La idea partió de Rocío, integrante de la agrupación, que prefiere no dar su apellido para que la esencia del proyecto siga siendo comunitaria. «Es muy emocionante ver a tantas personas posicionarse en defensa de los derechos humanos. La valentía y el compromiso de los establecimientos han sido clave para que este mensaje llegue más lejos», ha agradecido a través de la cuenta de Instagram que coordina este movimiento de artistas.
La iniciativa ha superado todas las expectativas y se ha convertido en una de las expresiones ciudadanas más visibles contra la tragedia en Gaza. Nació en el centro de Madrid, donde solo en la primera semana se colgaron 300 carteles, y pronto se extendió a otros barrios y comunidades autónomas. «El silencio ya no es una opción y creemos firmemente que la unión es la clave para movilizar, visibilizar y presionar», sostienen desde el colectivo. El cartel es obra de Artur Galocha, diseñador gráfico e ilustrador conocido por portadas como Operación Apolo (Libros del K.O.). Además de distribuirlo físicamente entre comercios, han colgado el archivo digital en redes sociales, con la imagen y el texto en todas las lenguas cooficiales, para que cualquier persona pueda imprimirlo desde cualquier punto de España.
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