«De la Virgen del Carmen me gusta todo»

Cada 16 de julio, localidades como Plentzia, Armintza o Santurtzi celebran su procesión marítima para conmemorar a la Virgen del Carmen, patrona de marineros y pescadores. En este último, los parroquianos la escoltan en procesión desde el templo de San Jorge, donde descansa con su Niño durante el año, hacia el vaivén de las olas.

Así ha sucedido esta tarde en la que miles de personas han asistido a rendir homenaje a la patrona de Santurtzi. Para algunas, como Estela Arnaiz, Marifé Pacín y Yoli Simón era la primera vez. Para otras como Leire Escudero, la tradición viene desde hace más de una década. La mayoría coincide en que les encanta ver «el ambiente», como María Luz y Merche Ciruelos, que llevan «toda la vida» yendo. Para Mari Carmen Mejías, otra de sus fieles, aseguraba que «es muy especial para mí».

También lo fue para Karmele Tubilla, que se estrenaba como alcaldesa en la cita y celebraba su cumpleaños. «Siento una mezcla de sentimientos», contaba visiblemente emocionada. Este año caminaba makila en mano, pero ya lo había hecho como parte del grupo de dantzas Zugaitza. Uno de los momentos más bellos ha sido el aurresku con el dantzari Lander Campos de camino al puerto con todo el cortejo oficial.

La fuerte devoción por la Virgen del Carmen, patrona de Santurtzi, viene de muy lejos. Conocida como la 'estrella del mar', simboliza el faro que guía a buen puerto a los hombres y mujeres de mar. Para la memoria histórica queda aquella primera procesión el 21 de julio de 1907. En la talla de entonces, la Virgen resplandecía junto al Niño, dispuesto «de pie y con una cabeza de angelito a sus pies», tal como dejó recogido el cronista santurtziarra Jon Koldo Fernández García de Iturrospe en su blog 'Santurtzi Historian Zehar'. En la actualidad, Nuestra Señora del Carmen luce con el pequeño sentado.

La embarcación a remos que la conducía ha zarpado poco a poco, abrazada por un centenar de embarcaciones que le ha acompañado a El Abra. En los muelles aguardaban los santurtziarras, pacientes. En uno de los barcos, pilotado con pericia por la patrona Estíbaliz Álvarez, se encontraban Alba Ortega, Mejor Cuadrillera, y Oier Melsio, Mejor Cuadrillero, al que le ha «impactado ver a las señoras descalzas y llorando» y aseguraba que la procesión «es importante para el pueblo y sentimos la misma emoción».

Sandra Bragado e Ibai Zelaia son cuadrilleros más veteranos y les emociona «ver cómo se pasa el relevo de unos a otros», así como «el momento que tiran los ramos». Se refieren a la ofrenda floral por quienes perdieron la vida en aguas saladas. El mar ha escrito historias truculentas de muchos marineros que perecieron en él por su envite inhóspito. En ese instante los barcos tocan la bocina, que se funde con un Ave María que susurra con el viento.

El presidente de la Cofradía de Pescadores, Benito Fernández Artetxe, es hijo y nieto de 'arrantzales' y sardineras, además de haber dedicado su vida al gran azul. Él también había embarcado en la procesión y confesaba que era «un momento emotivo y de cierta tristeza. Es inevitable recordar a los amigos que por desgracia se han quedado por el camino». María Ángeles Magán, 'la de Cipri', sangre de una saga de sardineras y mujer de 'arrantzale', también se ha unido a la comitiva marítima. «De la Virgen del Carmen me gusta todo –revelaba en referencia a la procesión–Lo llevamos en la sangre, muy adentro».

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