

Ni 'Vinted' ni 'Wallapop' pueden con la donación de ropa: Koopera gestiona 18.000 toneladas de textil al año
Expertos aseguran que cada vez hay más conciencia por cuidar el medio ambiente y, a la vez, contribuir con una causa social
El más pequeño de la casa utilizó una camiseta de baloncesto color naranja fosforito durante dos veranos pero se cansó de ella, porque los amigos ... del colegio le convencieron para que se hiciera de otro equipo, así que, en vez de tirarla a la basura, decidió donarla. Ahora luce en una de las perchas de la tienda Koopera del Casco Viejo de Bilbao y ha llamado la atención de varios clientes. Antes de llegar hasta ahí, ha viajado por un contenedor, se ha trasladado a una planta de tratamiento donde la han higienizado durante ocho horas con ozono y, finalmente, se ha colocado el precio. Se le ha dado una segunda oportunidad, y ahora es probable que otro niño o niña sienta ilusión por llevarla. Con su compra, además, alargará la vida útil y evitará que vaya al vertedero y contamine el planeta.
Este ejemplo refleja el objetivo principal que persigue Koopera, el proyecto social y medioambiental impulsado por Cáritas. La cooperativa lleva 35 años trabajando para reutilizar y reciclar todo aquello que ya no se usa: desde pantalones, camisetas, chaquetas, abrigos o zapatos hasta libros, juguetes o puzzles.
¿Cuántos litros de agua se utilizan para fabricar un pantalón? No es una pregunta que ronde por la cabeza de la mayoría de los mortales de forma habitual. Sin embargo, es necesaria para entender el impacto de las prendas en el medio ambiente, y también el trabajo de Koopera. Para elaborar un solo vaquero se emplean alrededor de 6.000 litros de agua. Si la cifra se multiplica por todos los que se confeccionan a diario en el mundo, el resultado abruma. Sobre todo, cuando la industria textil es una de las más contaminantes del planeta. Y es precisamente uno de los ejemplos que lanzan para entender su labor diaria.
No es el único que ponen sobre la mesa. Las 18.000 toneladas de textil que recogen al año equivalen, más o menos, a 50 millones de prendas. «Si no hubiese una gestión irían directas al vertedero, con toda la contaminación que eso supone. Estamos ahorrando alrededor de 56.000 metros cúbicos de agua al año por esta reutilización, lo que equivale a cerca de 15.000 piscinas olímpicas llenas al año», ilustra Enrique Osorio, del departamento de marketing y comunicación. Koopera persigue un objetivo doble: por un lado, reutilizar y reciclar todo aquello que no se usa y, por otro, acompañar a personas en situación o riesgo de exclusión a través del empleo y la formación. «Nuestra actividad principal es la gestión integral del textil posconsumo, un trabajo que nos permite avanzar no solo en economía social, sino también en economía circular, cuidando el planeta mientras generamos oportunidades reales para muchas personas», cuenta el experto.
«El consumo que hay de textil es insostenible. El quinto pantalón quizás no es necesario»
«Lo que ahorramos en agua al reutilizar equivale a unas 15.000 piscinas olímpicas al año»
Valor social
Las plataformas de venta de segunda mano, como 'Vinted' o 'Wallapop', viven un momento de lo más dulce. Tanto, que se podría pensar que han llegado a destronar a Koopera. Pero ni mucho menos. La donación de prendas está en auge. Desde la cooperativa aseguran que los datos son positivos y que cada año aumenta el número de toneladas registradas.
«Cada vez hay más sensibilidad hacia el cuidado del medio ambiente. Basta con un gesto sencillo, como depositar la ropa en uno de nuestros contenedores, para contribuir a un cambio real. Cuando la ciudadanía descubre que con ese mismo gesto también está apoyando un proyecto social que genera empleo para personas en situación o riesgo de exclusión, la conciencia crece todavía más», asegura Osorio. Además, según indica el experto, poder colaborar con una causa medioambiental y social a la vez «supera muchas veces el beneficio económico puntual que podrían obtener vendiendo su ropa en plataformas digitales».
A veces supone «un engorro» sacar una foto a la prenda, colgar el anuncio, preparar el paquete, ponerlo a la venta y entregarlo para después recibir tan solo dos euros por una camiseta. «Nosotros evitamos ese proceso y garantizamos que la ropa va a ser reutilizada o reciclada y, además, se crean minutos de empleo. La gente lo ve como un beneficio», añade. A día de hoy ambas modalidades conviven «perfectamente» y, según Osorio, no son una amenaza, «sino una vía complementaria que fomenta la reutilización, un objetivo que compartimos plenamente».
Pero Koopera va más allá. Da empleo a más de 700 personas, de las cuales más del 50% tienen un contrato de inserción. Esto quiere decir que están en un proceso de mejora de su empleabilidad, con un itinerario personalizado. Una vez se cumple el ciclo de tres años, se les acompaña en la búsqueda de trabajo para incrementar el porcentaje de personas que consiguen un contrato normalizado. El objetivo es claro: conseguir un empleo digno para romper el círculo de la pobreza.
Menos calidad
El proceso de reutilización comienza en los contenedores, colocados en todos los municipios de Bizkaia. Hay un total de 800. Además, el territorio cuenta con 12 tiendas que forman parte de las 36 que hay en España, «donde promovemos la moda sostenible como alternativa de consumo responsable y solidaria», aclaran.

Koopera también está presente en Gipuzkoa, Álava, Asturias, Valencia, Alicante, Castellón, Teruel o Almería. El funcionamiento siempre es el mismo. Los camiones trasladan las toneladas recogidas a la planta de tratamiento situada en Mungia, en el polígono de Zabalondo. Se trata de la joya de Koopera que bulle sin descanso para dar una segunda vida a todo lo que ya no se usa: trajes, bikinis, sudaderas, pantalones... El textil se amontona en torres y después pasa a clasificarse a través de un sistema automatizado por voz. «Esto nos permite gestionar 18.000 toneladas de prendas más fácil. De otra manera sería prácticamente imposible», aclara Osorio.
De las perchas cuelga ropa de toda índole: camisas vintage estilo hawaiano, pantalones con aire retro, camisetas con flores y de equipos de fútbol... En algunos carteles plastificados se puede leer 'Chándal completo', o 'Bermudas de niño'. Ayudan a clasificar las propuestas. Por poner un ejemplo, un conjunto de Koopera puede valer 25 euros, el precio que ronda una camiseta de primera mano en cualquier tienda, lo que supone un ahorro para muchos bolsillos.
Eso sí, a pesar de que la donación de ropa va en aumento, Osorio asegura que en los últimos años las prendas tienen menor calidad por el fenómeno del 'fast fashion'. «Lo primero que hay que hacer para cuidar el planeta es reducir. El consumo desorbitado de textil es insostenible. Quizás hay que concienciarnos de que el quinto pantalón que compramos no es necesario. Antes un abrigo podía durar 10 años. Ahora ya no, porque la calidad no es la misma», matiza.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.