Victorino Martín: «A mí no me ha tocado una herencia, sino una continuidad»
El hijo del legendario ganadero considera que «no es de recibo» que se insulte a la gente que va a los toros en Bilbao. «Hay que cortar ese escrache»
Luis Gómez
Sábado, 10 de febrero 2018, 00:28
Además de dirigir junto a una de sus hijas la ganadería que creó su padre, preside la Fundación del Toro de Lidia. Acercará el lunes ... su visión sobre el estado actual de la Fiesta, dentro de los actos del 90 aniversario del Club Taurino de Bilbao .
- ¿Cómo lleva la vida sin su padre, un ganadero de época, al lado?
- Se le echa mucho de menos, aunque los últimos años ya estuvo muy mermado. Nos fuimos acostumbrando poco a poco.
- ¿Asusta tomar el relevo de una ganadería tan legendaria?
- No, no. Me he preparado para esto toda mi vida. No es algo con lo que me encuentre ahora.
- ¿Aspira a cumplir las expectativas?
- Trabajé 30 años codo con codo con él, pero los últimos ocho estuve prácticamente solo. Esto no es una herencia, es una continuidad.
- ¿Fue su padre el mejor ganadero de la historia?
- No lo sé. Y, aunque lo fuera, no soy quién para decir eso.
- Ahora le acompaña una hija.
- Pilar, la veterinaria.
- ¿Cómo dirigen la ganadería?
- Le pasa lo que me sucedió a mí con mi padre. Puede haber algunas diferencias de criterio, pero son pequeñas y se solucionan enseguida.
- ¿Los ‘victorinos’ siguen siendo toros de leyenda?
- Siempre criamos toros pensando en el aficionado: encastados y que den emoción en las plazas. Unas veces se consigue y otras, no. Esto no son matemáticas. Con el toro bravo, uno más uno no siempre suman dos.
- ¿Qué ha significado Bilbao para los ‘victorinos’?
- Debutamos en el año 75. Aunque hubo años que no lidiamos, mi padre vino hasta 2016, un año antes de morir. 41 años vino a la feria.
- ¿Ha perdido fuerza Vista Alegre?
- Hay tres plazas que están por encima de las demás: Madrid, Sevilla y Bilbao. Son las más importantes.
- Al frente de la Fundación del Toro de Lidia. ¿Busca impulsar la Fiesta?
- Lo que pretendo es normalizar.
- ¿Normalizar qué?
- Que el toro ocupe de forma natural el lugar que ya tiene y le corresponde en la sociedad. Es una expresión cultural importantísima.
- Falta le hace.
- Ahora parece que a los que nos gusta la tauromaquia somos unos bichos raros. ¡Y nada más lejos de la realidad! Hay muchas más personas de las que pensamos a las que les encanta el rito del sacrificio del toro.
- Hay un desapego hacia la Fiesta.
- Tampoco tanto. Las televisiones públicas, que pagamos todos, nos han dado la espalda. No nos atienden como lo que somos, el segundo espectáculo de masas de este país. No digo que nos den la feria de Villatempujo de Arriba, pero deberían cubrir el circuito principal de la temporada taurina.
- No están bien vistos los toros.
- La vida son ciclos. Mucha gente utiliza los toros como arma arrojadiza. Hay que pelear por reivindicar la libertad de que cada uno pueda elegir el tipo de espectáculo al que le gusta ir. No es de recibo...
- ¿Qué?
- Que pase como me ha pasado a mí en Bilbao, y como he visto más de una vez aquí, que haya personas a la puerta de Vista Alegre insultando a los que vamos a los toros. No es de recibo. Eso es un escrache y un boicot en toda regla. Esto hay que cortarlo. Estamos muy desprotegidos.
«Es un espectáculo caro»
- ¿Por qué los toros enganchan tan poco a los jóvenes?
- No estoy de acuerdo. A muchos les encantan, pero es un espectáculo caro. Cuando se les dan facilidades, los jóvenes van. Las entradas se agotan en plazas con tendidos para ellos.
- Los aficionados están descontentos con el ganado que sueltan.
- No sé a lo que se refiere.
- ¿Algunos ejemplares salen faltos de fuerza?
- Más que faltos de fuerza, son muy monótonos y predecibles por la poca variedad de encaste. Yo aconsejo que elijan las corridas, pero que no se las pierdan porque cuando menos te lo esperas surge la obra grandiosa.
«Criamos toros que den emoción en las plazas. A veces se logra y otras, no. Esto no son matemáticas»
Tradición
- Muy de vez en cuando.
- La grandeza de la corrida es que todo ocurre en vivo y en directo. Una forma de verla y que no te la cuenten es yendo todos los días. Aquí no se entrena. No es como el teatro, donde se ensaya y cada uno sabe lo que tiene que decir. Aquí no, sale el toro, salvaje y poderoso. Son 20 minutos. Te pones de acuerdo con él y lo haces bien. Y si no...
- ¿Las figuras se arrugan con sus toros o intentan eludirlos?
- ¡Nooo! A veces los matan. Yo lo entiendo. Nuestro toro es más exigente, está más al límite y tiene un plus de peligrosidad. Intentan lidiarlos como pueden y también los matan.
- ¿Quién pinta más, el toro o el matador?
- El toro es el principal protagonista de la Fiesta.
- ¿Qué es el toro?
- Para mí, es mi vida.
- ¿Se ha puesto alguna vez delante de uno?
- Fui novillero con caballos. Iba a haber venido a Bilbao, pero me atravesó una vaca en el campo y no pude. Toreé poco, ocho novillas picadas en dos años, pero lo intenté.
- ¿ Qué se siente?
- Mucho miedo, por un lado, porque es un animal tremendo. Cuando eres capaz de cuajar un toro, es una satisfacción tremenda. Es una forma de dominar el tiempo y el espacio.
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