Ignacio Pérez

El hartazgo de los vecinos del vertedero: «Han pasado 21 días y todavía no sabemos lo que pasa con el agua y el aire»

Claman contra la «nefasta gestión del derrumbe» del vertedero. «Ya no nos fiamos de lo que dicen»

Viernes, 28 de febrero 2020, 01:05

José Manuel Cerreño asegura que, tres semanas después del derrumbe del vertedero de Zaldibar, intenta salir de casa «lo justo. Y, si hago deporte, me voy fuera de Ermua». Aficionado a la bicicleta de montaña, precisa: «Lo más cerca, salgo a Bilbao o Azpeitia». Sigue con miedo a que el aire que respira le esté contaminando. Ayer era una de las cerca de 200 personas que, a pesar de la intensa lluvia, se concentraron en la rotonda de San Lorenzo de la localidad vizcaína para protestar contra la «nefasta gestión» que se ha hecho de la tragedia que mantiene sepultados a dos trabajadores y ha sembrado la alarma entre los vecinos del entorno. «Ya no nos fiamos de nadie –coinciden los afectados–. Han pasado 21 días y seguimos sin saber lo que está pasando de verdad con el agua, el aire...».

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Su mujer, Mari Carmen Soria, también confiesa estar «muy preocupada», porque «vemos que ni los que tendrían que garantizar nuestra seguridad saben realmente lo que hacen; repiten que todo está bien, pero nos han demostrado que no te puedes fiar». Así que cada vez más gente de la zona opta por «autoprotegerse», como su hija, «que tiene su casa aquí, pero sale del trabajo y se va a dormir a Bilbao con su novio». «Si, por no saber, no saben ni qué hacer con todo lo que están sacando del vertedero», denunciaba Antonio, mientras señalaba a un camión que pasaba «totalmente descubierto» y por pleno centro del pueblo.

Lolo García se lamentaba por partida doble. Como padre de una niña que va al colegio de San Lorenzo, «a 400 metros del vertedero y sin saber lo que respiran los niños», y también como afiliado al sindicato ESK, porque «siguen dos personas desaparecidas y dudo mucho que se haya hecho todo lo posible por sacarlas». Sonia Arroyo se manifestaba protegida con una mascarilla que no contenía su «rabia». «Teníamos esa mierda aquí mismo desde hace 13 años y, si no pasa esta desgracia, nos la comemos otros 20», sentenciaba.

Tras la concentración, dos portavoces de y ELAy LAB, Leire Heredia y Lourdes Eraso, leyeron una «carta anónima que nos ha hecho llegar un trabajador que está ahora en el vertedero». En la nota, denunciaba la «indefensión» de los operarios y la falta de protección para retirar los residuos. «Reclamo a Osalan o al Gobierno vasco que evalúe el riesgo al que estamos sometidos», concluía.

Las dioxinas regresan a un nivel habitual tras sofocarse el incendio

Los niveles de dioxinas y furanos en el entorno del vertedero vuelven a ser normales. Los últimos datos de calidad del aire indican que entre los días 19 y 21 de este mes, cuando se logró apagar el incendio –pese a que se reavivó unas horas–, los niveles de fentogramos por metro cúbico oscilaron entre 25 y 77 en el barrio de San Lorenzo de Ermua, la zona más expuesta. Son cifras alejadas de los entre 700 y 1.237 detectados en jornadas anteriores, cuando se recomendó a la población no ventilar sus casas ni hacer deporte al aire libre. El vertido de lixiviados al regato Aixola también se ha reducido de forma notable.

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