El turismo en Bilbao se acerca a su techo tras una Semana Santa sin nuevos récords
El imparable ascenso de los últimos años pierde ritmo e incluso hay un leve descenso de participantes en el Basque Fest
Hace ya unos años -y tras la pandemia más aún- que Bilbao está disparado en materia turística. Cada doce meses se bate un récord. Y ... en 2023 llegó el hito: por primera vez la ciudad recibió más de un millón de visitantes. ¿Hasta cuándo vamos a crecer? ¿Dónde está el techo? Lo mismo aquí y ahora. La Semana Santa que acaba de terminar ha sido buena pero no apoteósica, ha venido gente, pero no más que el pasado ejercicio.
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Aún es pronto para sacar conclusiones concluyentes. El sector hostelero, más proclive a realizar análisis cuando los vientos no les son propicios, no aporta datos ni impresiones oficiales sobre niveles de ocupación y facturación. Nadie duda que habrán sido buenos y fuentes empresariales señalan que se ha funcionado bien. Pero no tanto como en las mismas fechas de 2023. El sábado bulló la ciudad. El resto de los días también, pero menos. Es la sensación generalizada.
¿Hay algo más que sensaciones para concluir que hemos llegado a cierto estancamiento? Sí. Las visitas al museo Guggenheim, por ejemplo. El icono turístico de la ciudad ha recibido a 23.141 visitantes entre Jueves Santo y Lunes de Pascua, lo que supone 42 personas más que hace un año. Es decir, que ahora la cifra se mantiene estable tras los crecimientos disparados de ejercicios anteriores. Y eso que la Semana Santa que acaba de expirar, con sus lluvias puntuales y el mal tiempo anunciado, era escenario propicio para el auge del turismo cultural.
Lo de la meteorología es como un arma de doble filo. Por un lado, desanima a la gente a la hora de irse de excursión. Pero, por otro, potencia el turismo urbano y cultural frente a alternativas más rurales y vinculadas con la naturaleza, donde no hay escapatoria si la lluvia arrecia. Bilbao podría haberse aprovechado de esta situación porque las previsiones meteorológicas avisaban desde hacía mucho tiempo de que iba a hacer malo.
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Siempre la gastronomía
Pero, como queda dicho, las cosas se han mantenido. Hay un termómetro interesante que incluso revela cierto retroceso: el Bilbao Basque Fest, el festival que cada Semana Santa insufla vida en distintas formas por las calles de la ciudad. Ha logrado mantener el tipo con las 200 actividades vinculadas con la cultura vasca que han tenido lugar entre el 27 y el 31 de marzo. Según el Ayuntamiento de Bilbao, han disfrutado de ellas 127.773 personas. La cifra, como se ve, es muy precisa, pero se queda algo por debajo de la edición anterior, cuando se superaron las 130.000. Prueba de la meteórica ascensión de esta cita en los últimos años es que en 2019, justo antes de la pandemia, se quedaba en las 100.000 personas.
El leve retroceso de 2024 tiene sentido por el impacto de la lluvia. «Debido a las inclemencias meteorológicas se han suspendido tres actividades: el teatro familiar Historias de un baúl y Bualá Txaloka, así como la actuación de Salbatzaile Dantza», explicaron ayer fuentes municipales. «Por otra parte, se han reubicado el espectáculo de Danza de Aukeran y las tres actuaciones de Teatro de calle».
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Con todo, desde el Ayuntamiento de Bilbao consideran que «el festival ha conseguido un importante respaldo entre bilbaínas, bilbaínos y turistas». Las oficinas de turismo de la ciudad, también según la estadística oficial, atendieron a 4.380 visitantes entre el jueves y el domingo.
Como viene siendo habitual, las cosas de comer han sido las que más capacidad de atracción han demostrado. «La gastronomía y la compra de productos km0 en la carpa Txoko Gourmet ha atraído a 35.692 personas, que han disfrutado de una treintena de catas y catorce talleres», hacen balance fuentes municipales. Las exhibiciones de herri kirolak congregaron a más de 9.113 personas en el Arenal.
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Los mismos, más gastones
Que Bilbao haya llegado a su techo en términos turísticos, o se aproxime a él, tiene poco de dramático. Este sector ya supone el 8% del PIB de la ciudad, una proporción muy interesante y para muchos economistas suficiente para tener un 'mix' productivo saneado. Además, desde el propio gobierno municipal ya han venido avanzando en los últimos meses que el reto ahora no es incrementar el número de visitantes sino trabajar nichos concretos para que quienes llegan, gasten más. Eso pasa por atraer mercados como el norteamericano, muy proclive al consumo y a pasar varias noches en un mismo sitio.
Bilbao Basque Fest
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127.773 personas participaron en las 200 actividades que programó el Ayuntamiento de Bilbao entre el 27 y el 31. Están algo por debajo de las más de 130.000 que hubo en la Semana Santa de 2023.
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35.692 acudieron a la carpa Txoko Gourmet para disfrutar de la gastronomía.
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28.110 personas acudieron a las kalejiras, paseos teatralizados y paseos fluviales.
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15.008 niñas y niños participaron en las actividades infantiles (teatro, talleres de circo, juegos...).
Los alojamientos rurales de Bizkaia se quedan al 70%
Si hay un sector sensible a las previsiones meteorológicas es el de los alojamientos rurales, así que ya antes de los días festivos se esperaban ocupaciones contenidas. Se cumplió el pronóstico y los establecimientos vizcaínos de este tipo tuvieron una ocupación del 69,83% entre los días 28 y 31. En la Semana Santa de 2023 había sido del 76,88%, según Nekatur (la Asociación de alojamientos rurales de Euskadi), y antes de la pandemia se había llegado al 90%. Bizkaia fue el territorio vasco con una ocupación más floja porque en Gipuzkoa se alcanzó el 77,98% y en Álava el 74,97%. Eso sí, en las noches del jueves, viernes y sábado, las más potentes, la ocupación en todo Euskadi llegó al 81% (el 78% en Bizkaia).
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