Tras las huellas de la rescatista

Son algunos pequeños detalles que luego le pueden facilitar el trabajo a gente como Kyt Lyn Walken. Esta rastreadora, nacida en Milán en 1982, es representante oficial en Europa de la Hull's Tracking School de Estados Unidos, una de las escuelas más prestigiosas del mundo en el seguimiento humano. Ha formado a cuerpos de operaciones especiales y de policía, equipos de rescate, grupos de búsqueda de personas desaparecidas y asociaciones de bushcraft (que se podrían definir, aunque no solo, como técnicas de supervivencia) de Holanda, Reino Unido, Suiza, Alemania, España...

Este fin de semana Lyn ha traído su conocimiento a Bizkaia de la mano de la Asociación Vasca de Bushcraft. Dos días en el parque natural del Gorbea en los que está enseñando a los participantes los fundamentos del rastreo: aprender a leer una huella, detectar dónde hay agua y saber filtrarla, técnicas de orientación, manejar un cuchillo para aprovechar los recursos que ofrece la Naturaleza... Todo.

Lyn vive en los Alpes italianos. Colabora con los Carabinieri en la vigilancia de la frontera con Austria, donde, cuenta, «hay un gran tráfico de drogas y otras sustancias». Ayuda a la Policía a dar caza a traficantes o prófugos de la Justicia. Aunque su actividad más habitual es rescatar a montañeros extraviados. Explica que el caso más típico es el de hombres mayores, a menudo con principio de alzheimer, que se desorientan en la montaña.

Defiende que, en un mundo digital, estas técnicas ancestrales de rastreo están de plena actualidad. Básicamente porque, sin cobertura o batería, el móvil más avanzado sirve más bien de poco.

Los rastreadores son capaces de trabajar «en cualquier condición meteorológica». Lyn ha buscado a gente a temperaturas bajo cero o con un sol abrasador. Es capaz de seguir el rastro llueva, truene o granice. ¿Por qué no utiliza perros? «Porque tienen que estar bien adiestrados, el rastro debe ser fresco y necesitas que el tiempo acompañe para que puedan olfatear», explica. «En cambio, nosotros funcionamos en cualquier condición o aunque las huellas tengan varios días», señala.

A Lyn la pasión por esta disciplina («también es un arte y una ciencia», apunta) le viene desde niña. Se la contagió su padre, entusiasta del cine wéstern. Por eso no sorprende cuando cuenta que 'El hombre de una tierra salvaje', película de 1971, marcó un antes y un después en su vida. El filme sirvió de base para que en 2015 se estrenase 'El renacido', largometraje que le valió el Oscar a un Leonardo DiCaprio que encarna a un rastreador traicionado que debe enfrentarse a innumerables peligros, entre ellos el ataque de un oso, para sobrevivir.

Lyn no siempre se ha dedicado a esto. Hasta 2015 trabajaba en el departamento de marketing de un hotel. Aficionada a la montaña y al senderismo, su pareja la introdujo poco a poco en el mundillo del rastreo: aprendió a encender un fuego, a montar un campamento, a reconocer los distintos tipos de árbol, frutos, bayas, raíces... En 2017 se fue a Estados Unidos a hacer un curso intensivo. Desde entonces, se forma como instructora. Y ahora el rastreo forma parte de ella. Cuando está en un parque no puede evitar fijarse en las huellas. «Dan mucha información», explica. «Indican si quien ha pasado es un hombre o una mujer, si iba con prisa, el tipo de calzado, si llevaba peso en un lado...».