La torre más alta de Euskadi ofrecerá 166 pisos de hasta más de un millón de euros en Basurto
El edificio diseñado por el arquitecto británico Richard Rogers, autor del centro Pompidou, tendrá 36 plantas
JOSÉ doMÍNGUEZ
Viernes, 9 de noviembre 2018, 00:51
Sólo ocho familias podrán presumir de vivir en el último piso de la torre residencial más alta del País Vasco, que ha sido diseñada por ... el prestigioso arquitecto británico Richard Rogers. Ocuparán los dúplex que coronan Anboto Dorrea, el quinto rascacielos que en 2023 culminará la regeneración urbanística de Garellano. Desde una altura de casi 120 metros -150 sobre el nivel del mar- puede otearse hasta el Abra, lo que tiene su precio. Entre 740.000 euros y más de un millón costarán estos apartamentos de entre 110 y 170 metros cuadrados de superficie útil, que ocuparán las dos últimas plantas de las 36 de un edificio que albergará un total de 166 viviendas. Un rascacielos llamado a ser «el próximo hito arquitectónico internacional de Bilbao», en palabras del propio alcalde, Juan Mari Aburto.
«El estudio del propio Rogers está dando los últimos retoques a su diseño», explica Joseba Maidagan, director de Marketing del grupo Arrasate, promotor de la torre. «Será un acabado espectacular», acorde al nivel del autor del centro Pompidou de París y premio Pritzker 2007 (equivalente al Nobel de arquitectura). El arquitecto ya asumió previamente la redacción de las líneas maestras del plan para reurbanizar toda la zona de los antiguos cuarteles, sede durante décadas de la Policía Municipal, y convertirlos en un nuevo barrio que contará con más de un millar de nuevas casas.
Los dúplex, asegura Maidagan, son el producto estrella de un proyecto que la firma ya comercializa en régimen de cooperativa y que los interesados podrán conocer hasta el domingo en el Salón Inmobiliario de Viviendas y Decoración de Euskadi, organizado por EL CORREO y que se inaugura hoy a las 13.00 horas en el Palacio Euskalduna.
Entrada de luz
El edificio también será singular por su distribución. La tercera planta, por ejemplo, destinará sus 1.300 metros cuadrados a servicios comunes para el disfrute de los propietarios. «Habrá piscina, gimnasio, sauna, txoko y un salón para actividades», detalla el responsable comercial de Arrasate, Fernando Elosua. Además, su perímetro estará rodeada por una terraza «ajardinada y muy soleada, ya que dejaremos buena parte del cuarto piso 'desnudo', con sus vigas al aire (sólo se habilitarán dos viviendas a esta altura) para facilitar al máximo la entrada de luz». Desde aquí se distribuirán las 158 viviendas de dos y tres habitaciones del complejo, cuyos precios oscilarán entre los 380.000 y los 637.000 euros, garaje, trastero e IVA incluidos.
La base de la torre tendrá estilo propio, con forma de «quesito triangular»: dos plantas con un total de 4.400 metros cuadrados de superficie que se destinarán por completo a la actividad terciaria. «Ya los ha comprado un empresario bilbaíno que quiere montar un gran centro comercial en torno a una marca internacional, probablemente gastronómica», apunta Elosua.
Las claves
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Espacios para el disfrute. La tercera planta se dedicará a servicios comunes como piscina, gimnasio, sauna y txoko.
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Salón Inmobiliario. El proyecto se muestra en el Salón Inmobiliario de Euskadi que arranca hoy en el Palacio Euskalduna.
80 millones de euros
La construcción de este gigante urbanístico también sobresale por sus magnitudes económicas. Levantarlo costará la friolera de 80 millones de euros: el grupo inmobiliario adquirir el solar a la sociedad pública Bilbao Ría 2000 por 50 y tendrá que invertir otros 30 en su ejecución. Joseba Maidagan confía en entregar las llaves en abril de 2013, «siempre que podamos comenzar las obras a finales del año que viene, ya que el solar donde edificaremos la torre es el que ocupa ahora la estación provisional de autobuses y necesitamos que para entonces ya funcione a pleno rendimiento la Termibus soterrada».
Según sus estimaciones, en el segundo semestre de 2019 también debería estar concluida la otra torre que ahora está construyendo el grupo Arrasate en Garellano, de 105 metros y 152 viviendas distribuidas en 33 alturas. «A finales de año completaremos toda su estructura y, hasta que se inaugure Anboto Dorrea y con permiso de la torre Iberdrola (165 metros dedicados a la actividad empresarial), también se convertirá en el edificio residencial más alto de Euskadi», concluye.
En su contexto
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2023 es la fecha de entrega de los pisos prevista por la promotora, el grupo Arrasate. Siempre, según matizan, que la Termibus soterrada funcione ya el próximo verano y puedan comenzar las obras antes de finales de 2019. El edificio costará 80 millones de euros, incluidos los 50 por la compra del solar a la sociedad pública Bilbao Ría 2000.
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Gran centro comercial. La base de la torre será un gran triángulo de dos plantas de altura que ocuparán un total de 4.400 metros cuadrados de superficie, destinados a acoger un centro comercial.
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1.020 viviendas contará Garellano cuando estén concluidas las dos últimas torres proyectadas en el nuevo barrio. 612 son de carácter protegido (52% VPO
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Plaza como San Mamés. La cubierta de la futura estación soterrada de Termibus y el espacio peatonal que se habilitará tras la construcción de Anboto Dorrea generará un área de esparcimiento de 111 metros de longitud por 80 de ancho, «más grande que San Mamés».
Estación intermodal: las obras de la Termibus llegarán a cota cero a fin de año
La construcción de la estación soterrada de Termibus avanza a toda máquina. Y cumpliendo el calendario que maneja la empresa constructora, el grupo Amenabar. Tras acabar el pasado verano las excavaciones y los trabajos de pilotaje de la futura estructura, el objetivo es alcanzar la superficie a final de año. Todavía, sin embargo, no quedará la plaza totalmente cubierta. Sólo estará la mitad, justo el espacio que necesita la constructora para edificar el gran bloque en forma de L que albergará un hotel de diez plantas y 170 habitaciones de tres o cuatro estrellas, así como una residencia estudiantil con 351 camas. Amenabar ya ha adjudicado la gestión de esta última a Greystar, la empresa líder en el sector de alojamientos educativos en España. Prevé que pueda abrir sus puertas en verano de 2020.
De nuevo bajo tierra, la dársena de autobuses se habilitará en la segunda planta. El piso superior contará con una sala de espera acristalada con conexión directa al metro y a la calle. Las plantas tercera y cuarta acogerán un aparcamiento en rotación para 528 turismos. La previsión de la empresa es que la estación entre en funcionamiento el próximo verano.
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