Tiendas del pasado con mucho futuro en Bilbao
Negocios históricos plantan cara con buenos resultados a las grandes cadenas y el comercio electrónico
Se aproxima su final. Este próximo jueves, Smith&Smith y Echegoyen, dos referentes de la moda masculina y femenina, echarán el cierre definitivo. El ... sector se despierta casi a diario con sobresaltos. En apenas una semana han anunciado su clausura El Almacén y Sonor, que no eran precisamente unos cualquiera. Se tratan de la juguetería y tienda de música más antiguas de Bizkaia. Ambos mantendrán abiertas sus puertas hasta liquidar la totalidad de existencias.
Frente a la pérdida continua de enseñas emblemáticas, negocios históricos desafían a las grandes cadenas y a las ventas 'online' de la única forma posible en estos tiempos digitales y con los alquileres por las nubes: con la especialización como bandera. La batalla de David contra el gigante Goliat trasladada al ámbito comercial tiene como protagonistas a enseñas de toda la vida con un pasado brillante que buscan consolidar su futuro en este Bilbao de nuevo cuño.
Son los casos de López Oleaga, la tienda de delicatessen de Astarloa, fundada en 1904, o Derby Gardeazabal (1948), que va camino de la cuarta generación especializada en la confección de camisería y sastrería a medida. «Es realmente nuestro fuerte y lo que nos da fundamentalmente de comer», detalla Rafael, que explica los principales cambios del negocio familiar que dirige desde 1992: «Antes esperabas sentado a que el cliente entrara a la tienda y ahora sales a buscarle», argumenta. No son los tiempos de antes, pero a Gardeazabal se le ve contento. «Soy moderadamente optimista. Resistimos y nos preparamos para cumplir otros 70 años», pronostica, al tiempo que advierte que una «de las grandes amenazas es que te llegue una multinacional con un talonario en la mano para llevarse los mejores inmuebles de la villa. Es una de las grandes batallas», reconoce.
En Ferretería El Hogar de Elcano, Iñaki del Rosario, nieto del fundador, guarda como oro en paño un cartel que su abuelo escribió con la reseña 'Sábado de Gloria' el 4 de abril de 1942, día de su inaguración. El negocio va sobre ruedas: «Nos hemos especializado en cosas que no tiene nadie y luego en un trato muy personal. Llevamos muchos años y la gente nos conoce. Hoy en día es importante que el cliente confíe en ti, más en temas de cerraduras, que han evolucionado mucho. Estamos a la última también en máquinas de hacer llaves especiales por ordenador», subraya este joven empresario con cinco empleados a su cargo y un futuro en el que no parecen advertirse nubarrones. El operario más veterano, Juanjo, con 53 años en plantilla, se le jubila en dos meses. «Aquí somos una familia», dice.
«Trabajar sin mirar el reloj»
Una familia auténtica es la López- Oleaga. Es un placer pasear por un establecimiento cuyas estanterías albergan los mejores vinos, licores, y whiskys y cuyo surtido de alimentación invita a salivar: foie, jamón ibérico, anchoas, quesos... «No se está atendiendo al comercio como se debe por parte de la Administración. Lo está echando a perder y una ciudad sin comercios es un desierto», protesta el patriarca Javier López. Su hijo, Agustín, desmenuza la receta del éxito: «Es primordial tener un local en propiedad, porque los alquileres por aquí son imposibles de asumir, hay que trabajar sin mirar al reloj y la especialización es fundamental». El tostado de los «mejores cacahuetes» del mundo se mantiene como base del negocio. «Los compramos crudos, tostamos todos los días y los vendemos calentitos», detalla Javier.
Ludi Fernández mima también un local legendario de Bilbao: Pedro Salcedo. La tienda de edredones, cortinas, sábanas, mantas y alfombras echó el cierre en diciembre de 2016. Cinco meses después, la antigua administradora y su marido reflotaron el negocio tras obtener un préstamo. Acertaron. «No vamos sobrados, pero tampoco nos falta. Vimos que el local podía salir adelante con menos personal». La plantilla pasó de 21 a 11 trabajadores. «Metemos muchas horas, pero aquí nos tienen, con 121 años, los mismos que el Athletic», se congratula Ludi y Diego Muñoz, su marido.
Difícil una segunda oportunidad
Hay comercios a los que les resulta muy complicado enganchar una segunda oportunidad. O, al menos, les lleva tiempo situarse de nuevo en el mercado. Incluso los locales instalados en los mejores emplazamientos se las ven y desean para ser ocupados de nuevo. Es lo que le ha pasado al edificio de la plaza Moyua que durante décadas albergó Discos Vellido para después acoger una gran tienda, distribuida en tres plantas, de H&M. Dentro del proceso de reestructuración que el gigante sueco está llevando a cabo en todo el país, el pasado mayo bajó la persiana. La negativa de los dueños a negociar un alquiler a la baja justificó la marcha de H&M, contraria a abonar un alquiler mensual superior a los 50.000 euros.
También el número 42 de la Gran Vía sigue libre. La llegada de Louis Vuitton dibujó unas expectativas que jamás se cumplieron. Tras la marcha de la gran etiqueta del lujo, Twin-Set, una firma de gama media-alta, ocupó el lugar con el mismo resultado: aguantó muy pocos años, pese a que la firma italiana mantiene su boutique de San Sebastián. No debe ser casual que comercio que fracasa en la capital vizcaína se quede sin relevo. Es lo que le ha pasado también a la Casa del Libro, que durante años despachó regularmente las novedades editoriales más importantes. Pese a disponer de grandes escaparates en una de las mejores zonas de la céntrica Colón de Larreátegui, continúa vacía. Sus propietarios se resisten a abaratar las rentas. Importantes agentes inmobiliarios confiesan que hay un gran número de inmuebles que se están depreciando por el largo tiempo que llevan sin albergar actividad alguna.
Otras veces son razones técnicas las que entorpecen el desarrollo de nuevos negocios. El Restaurante Rogelio, estandarte de la cocina tradicional, puso en el verano de 2016 fin a 60 años de vida. «No hay quien pueda con esta crisis». se quejó Segundo, el dueño y poseedor de importantes locales en Bilbao. Ha intentado transformar el inmueble en un 'hostel', pero el Ayuntamiento no le ha concedido la licencia preceptiva.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión