La tienda que te vende un vestido y te da de comer

La última aventura de esta polifacética mujer tiene por nombre El Contenedor, una tienda-restaurante donde se vende prácticamente todo lo que está a la vista: objetos de arte -cuadros y esculturas-, muebles restaurados y vestidos de mujer que confecciona ella misma. «Son diferentes, exclusivos porque solo hago dos piezas por modelo, bien rematados, con tejidos estupendos, a precios ajustados y para mujeres que ya tienen una edad», explica Emilia.

Esta tienda ecléctica está situada en Bilbao la Vieja, en el mismo local de la calle Conde Miraflores esquina con Marzana -«me encanta este paisaje, es un lugar privilegiado de la ciudad»-, donde la empresaria abrió en 1992 la famosa galería de arte contemporáneo La Brocha.

El local, que acogió obras de grandes artistas vascos como el pintor José Luis Zumeta, permanecía cerrado desde 2010, cuando la crisis obligó a Emilia Epelde a aparcar el arte y centrarse en la gastrónomía. «Para poder continuar pagando hipotecas y vivir se me ocurrió la idea de organizar comidas en mi casa del Casco Viejo», un imponente palacio solariego de 1840 en cuyas amplias estancias también expone arte.

Diez años después, la pandemia le puso un nuevo reto por delante y para superarlo se agarró a la costura. De este compendio de aficiones surgió El Contenedor, una «iniciativa absolutamente privada» que abrió sus puertas en enero de 2023 tras someter al local a una profunda reforma. Entrar en los cerca de 160 metros cuadrados que ocupa esta tienda es adentrarse en un entorno de lo más estimulante. La posibilidad de llevarse a casa un cuadro de su colección, una mesilla antigua a la que la propia Epelde ha dado una segunda vida o uno de sus vestidos se puede valorar detenidamente con una copa de vino en la mano, o mientras se degusta una ración de quisquillas o de zamburiñas. De la parte hostelera se encarga su hijo, Antxon Mardaras.

Para dotar de una mayor viabilidad a este proyecto, sus paredes acogen celebraciones familiares, eventos empresariales, presentaciones de libros como la novela póstima de Ramiro Pinilla... Pese al esfuerzo que invierte en El Contenedor -que compagina con las comidas que ofrece de nuevo en su domicilio, «hay que pagar sueldos y facturas»-, Emilia Epelde se muestra satisfecha. «Está viniendo gente de Las Arenas e Indautxu que antes no se atrevía a acercarse a esta zona, turistas, antiguos compañeros de trabajo me han felicitado... El público que tenemos es el que íbamos buscando, gente tranquila que viene a disfrutar un rato», resume.