Testigos señalan a tres de los detenidos como autores materiales de los disparos de Burtzeña

Los siete detenidos, entre ellos dos mujeres, de entre 30 y 58 años, permanecían al cierre de esta edición en los calabozos de la comisaría de la Ertzaintza en Sestao, que cubre también el municipio de Barakaldo, donde se perpetró el crimen, a la espera de ser puestos hoy a disposición judicial.

Los investigadores tratan de aclarar la implicación de cada uno en los hechos. Según han testificado los propios implicados y otros testigos, la refriega se inició alrededor de las cuatro y veinte de la tarde del pasado domingo, día 29 de septiembre, en la calle Zubileta del barrio baracaldés de Burtzeña. Las dos familias residen en portales contiguos en un edificio muy deteriorado y han tenido continuos encontronazos desde hace años, incluso con armas blancas, en los que ha tenido que intervenir la Policía autonómica.

Una simple disputa de tráfico sirvió de desencadenante del episodio más violento registrado hasta el momento. El paso estrecho por la calle y la negativa a cederse el paso provocó algún golpe de chapa entre los vehículos, según han explicado fuentes cercanas al caso. Los ocupantes de ambos c se enzarzaron primero en una discusión subida de tono en la que se emplearon machetes, azadas y otras armas blancas. Uno de los implicados llegó a pinchar a un joven de la otra familia. Al ver al herido tirado en el suelo, uno de los familiares desapareció unos minutos y regresó pertrechado con dos escopetas y una pistola, que repartió entre los presentes. Estos tres hombres serían los que presuntamente efectuaron los disparos.

Algunos de ellos, de escopeta, alcanzaron a Félix R.S. en el tórax y en una pierna, lo que le provocó una gran hemorragia y posteriormente la muerte. Según los testigos, el fallecido, pastor de una iglesia, intentó mediar en la trifulca «y se llevó la peor parte». Sus hijos le cogieron en volandas y le trasladaron en una furgoneta hasta el cercano hospital de Cruces, donde pereció. Otra herida también fue evacuada al mismo centro médico. Y el tercer lesionado, con un corte en el abdomen causado por una agresión con una azada o una herramienta similar, se encuentra en Basurto en calidad de detenido desde la noche del domingo.

Los otros dos arrestos se produjeron en la puerta de la Unidad de Urgencias de Cruces, donde también hubo disturbios. Familiares de los heridos querían entrar al hospital y agentes de la Brigada Móvil que cubrían el encuentro Athletic-Sevilla en San Mamés y se desplazaron hasta allí, se lo impedían.

Varios de los presentes señalaron ante los ertzainas quienes eran, según ellos, los «asesinos», los presuntos autores de los disparos. Los agentes procedieron a su detención por un delito de homicidio en grado de tentativa. Los otros cuatro arrestados son dos parejas interceptadas en una furgoneta cuando salían de Zubileta tras los disparos. En la parte trasera se localizaron cartuchos de escopeta. Durante los registros domiciliarios practicados por la unidad de Intervención de la Ertzaintza y en presencia de algunos arrestados, en varios pisos se localizó un arsenal de armas, algunas de ellas en zulos. Según confirmó ayer el Departamento de Seguridad, fueron decomisadas cinco escopetas, dos revólveres, una pistola, munición de diverso calibre, navajas automáticas, machetes y otro tipo de armas blancas manipuladas.