Una patrulla de la policía municipal. PEDRO URRESTI
Suceso en Bizkaia

Dos agentes fuera de servicio arrestan a un ladrón en Lemoa: «Todo el pueblo salió corriendo detrás de él»

Dos policías de Bilbao y vecinos de Lemoa relatan cómo detuvieron, fuera de servicio, a un individuo que golpeó al dueño de un piso cuando le descubrió robando

Jueves, 6 de mayo 2021, 00:15

Casualidades de la vida, dos agentes de la Policía Municipal de Bilbao, Jon Ander y Raissa, ambos residentes en Lemoa, se encontraban en el parque ... de Juan de Ajuriaguerra de la localidad el pasado sábado, 24 de abril, por la tarde. «Yo estaba con mi hija en los columpios y la compañera, con su sobrina», enseñándola a patinar. Eran alrededor de las 18.45 horas. «Hacía bueno y todo el mundo estaba tomando algo en una terraza», coinciden. En ese momento, Raissa escuchó cómo un hombre gritaba «¡Al ladrón! ¡Me han robado!». Acostumbrada a este tipo de situaciones por su trabajo de patrullera en la Inspección de Basurto-Zorroza, la agente fuera de servicio entró en «efecto túnel» y ya no veía nada más, por lo que se lanzó a correr tras el ladrón. «Todo el pueblo se puso a perseguirle», recuerda, ya que un numeroso grupo de personas también salió corriendo tras él al escuchar los gritos de socorro de la víctima. Raissa dejó a la cría con su aita, que no pudo esconder su instinto protector y le gritó: «pero, ¿a dónde vas?».

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La policía preguntó a la víctima qué había ocurrido y ésta le contestó que le habían entrado en casa y le habían golpeado. Según supieron después, cuando salía de la vivienda, el hombre había visto a dos individuos tocando el timbre de la vecina. Al regresar, se encontró la puerta entreabierta y a uno de ellos en el descansillo de su domicilio. Se inició un forcejeo. Al intentar dejarle encerrado en el interior, ambos asaltantes se abalanzaron sobre él y le golpearon. «Tenía el labio partido y una herida sangrante», recuerda Jon Ander.

«¡Al ladrón! Me han entrado a robar en casa», gritó la víctima mientras señalaba al delincuente

persecución

«Contigo no quiero hablar»

Al ver correr a su compañera, se unió a ella. Él se metió por una calle paralela para intentar cortarle el paso y se cruzó con él de frente. Los dos policías son deportistas y suelen entrenar por el pueblo, por lo que la carrera de 400 metros que se pegaron no les dejó sin aire. «Corría mucho, así que tuvimos que apretar», sonríe Raissa. Le interceptaron en la calle Intzuntza. «Contigo no quiero hablar», le espetó el ladrón a Raissa. No le extrañó, porque es un comportamiento habitual de algunos delincuentes cuando se enfrentan a una mujer policía.

Los dos agentes le redujeron en el suelo «con la mínima fuerza indispensable», aclara Jon Ander, destinado en la nueva Unidad de Criminalística creada en el seno de la Policía Municipal de Bilbao. Se encargan de analizar la delincuencia que se produce en la ciudad para poder prevenirla. El rostro del detenido se le hacía conocido. Estando de uniforme, él mismo le había identificado una vez en el barrio de San Francisco. Su cara suele aparecer en las alertas de sospechosos de robos con fuerza en domicilios.

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Entonces, llamaron al 112 para que la Ertzaintza se hiciera cargo del arrestado. Al registrarle, los ertzainas localizaron una cadena de oro oculta en una zapatilla y un reloj en la muñeca, que pertenecían al hijo de la víctima. También se incautaron de 90 euros que había sustraído de un cajón de la vivienda. En ese momento, llegó un vecino que había visto cómo durante la huida el individuo se deshacía de un trozo de botella de plástico que los ladrones de pisos suelen utilizar para forzar cerraduras. El dueño de la vivienda agradeció a los dos policías y vecinos su actuación. «Salió bien. Es bonito ver la respuesta solidaria del pueblo», se felicita Jon Ander.

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