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Diana Martínez, Iñigo Agiriano, Johana Gil y Javier García Legorburu
Viernes, 17 de enero 2025, 00:48
Reducir los vehículos contaminantes que circulan por Euskadi es un objetivo que persiguen las administraciones desde hace años, aunque sin demasiada prisa. La ley del ... cambio climático, aprobada en 2021, obligaba a aquellos municipios de más de 50.000 habitantes a poner en marcha zonas de bajas emisiones (ZBE) en sus centros para 2023. Ninguno llegó a tiempo. A finales del año pasado -y después de varios avisos del Ararteko- Bilbao fue la primera urbe en aplicar esta legislación y San Sebastián hizo lo propio este mismo lunes. Mientras a Vitoria, Barakaldo o Getxo todavía se les espera, el Gobierno vasco ya quiere ir más allá y extender las ZBE a las localidades con más de 25.000 residentes.
El Plan de Movilidad de Euskadi apuesta por que durante la próxima década Santurtzi, Portugalete, Basauri, Leioa, Durango, Sestao o Galdakao apliquen una serie de medidas similares a las que ahora rigen en el centro de Bilbao. Una «pacificación del tráfico adaptada a cada realidad urbana» que a los ayuntamientos les costaría -según el propio plan- cerca de 15 millones de euros, aunque el estudio considera que multiplicarían por cuatro la inversión en tres décadas.
La noticia ha sido recibida por una sensación que oscila entre el escepticismo y la sorpresa por la mayoría de los municipios a los que se les recomienda poner en marcha esta ZBE (todos salvo Basauri ha contestado a las preguntas planteadas por EL CORREO). Ninguno pone en duda la necesidad de poner en marcha políticas a favor del medio ambiente, pero sí que piden cautela para poder estudiar al detalle la propuesta planteada por el Gobierno vasco, objetivo en el que ya están inmersos.
El Gobierno municipal de Santurtzi, dirigido por la jeltzale Karmele Tubilla, pide cautela tras las repercusión que ha tenido el Plan de Movilidad. Fuentes municipales subrayan que una vez analizado este proyecto, «se establecerán las medidas necesarias que garanticen el cumplimiento de la normativa vigente». También añaden que el Consistorio «seguirá trabajando por convertir el municipio en un lugar respetuoso con el medio ambiente».
Con casi 45.000 habitantes, Portugalete es el segundo municipio de mayor tamaño que se vería obligado a impulsar una ZBE si prospera la normativa. Su alcaldesa, la socialista María José Blanco, evita especular, ya que «no podemos dar contestación a algo que acabamos de ver. Nos hemos enterado por la prensa». La regidora cree que «en una semana» podrían tener «más claros» los aspectos relativos a la ZBE.
El Ayuntamiento de Leioa insiste, de la misma manera que los otros cinco que han atendido a EL CORREO, en que aún desconoce «los detalles y el desarrollo concreto» del plan del Gobierno vasco. A pesar de esta incertidumbre, fuentes municipales explican que llevan «años trabajando en la movilidad y en la reducción del tráfico». Citan, por ejemplo, iniciativas como «la puesta en marcha de un autobús urbano o la expansión de la red de bidegorris».
Leioa está inmersa el megaproyecto del soterramiento de la Avanzada, que pondrá fin a la gran trinchera que atraviesa el municipio. Se prevé que la obra esté finalizada en primavera, lo que pondrña fin a más de cuatro décadas de contaminación acústica y atmosférica.
El desconocimiento acerca del proyecto del Gobierno vasco también llega a Sestao. Preguntados al respecto, desde Alcaldía, en manos de la jeltzale Ainhoa Basabe, han indicado a este periódico que «no conocemos el plan. Hay que leerlo y ver qué dice para poder responder, pero eso sería más adelante, una vez analizado. No podemos lanzarnos a dar declaraciones cuando desconocemos el contenido del documento. Y aquí ni a nivel político ni técnico se conoce el plan».
El concejal de Medio Ambiente y Movilidad Asier Eguiraun ha señalado que desde el equipo de gobierno, liderado por EH Bildu, «siempre hemos estado a favor de estas medidas que van por el bien del medio ambiente». De hecho, explica que en la anterior legislatura «ya se intentó hacer un plan integral para modificar los hábitos de transporte y reducir el uso de vehículos», además de «establecer carriles únicos, crear pistas para bicicletas y hacer aparcamientos disuasorios fuera del pueblo».
«Nosotros estaríamos encantados de que el Gobierno Vasco nos haga llegar la propuesta, para desarrollarla desde una colaboración cercana y poder planificar cuando se instauraría», confirma el concejal. Preguntado por la ZBE, Eguiraun dice que es un proyecto que ya ha planteado el Ayuntamiento, pero que «se creyó conveniente esperar a la llegada del metro a Galdakao y de la bici-pista de la Diputación antes de acometerlo». Actualmente, Galdakao no alcanza los 25.000 habitantes tras la desanexión de Usansolo, aunque el concejal cree que la cifra puede superarse durante la próxima década.
La alcaldesa de Durango, Mireia Elkoroibide, subraya que su municipio lleva tiempo trabajando políticas a favor de la movilidad sostenible. «Desde 2005, contamos con una zona peatonal preferente en la parte vieja, donde la entrada de coches está restringida salvo que tengas autorización(la mayoría son comerciantes y residentes). En 2008 hicimos lo propio con la calle Zumalakarregi y en 2019 seguimos en esta línea transformando San Agustinalde, otra de las calles más transitadas del centro Y donde los coches tienen el acceso restringido». Preguntada por la propuesta de implantar la ZBE, asegura que «aunque tenemos claro que queremos seguir fomentando la movilidad peatonal y la ciclista, tenemos que estudiar la propuesta».
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