¿Por qué el cadáver no ha aparecido hasta ahora?
El médico forense retirado Rafael Alcaraz cree que es pronto para resolver las dudas que rodean el hallazgo de Hodei pero recuerda que hay circunstancias que pueden provocar que un cuerpo sumergido no salga a la superficie
Ainhoa De las Heras
Viernes, 19 de febrero 2016, 13:54
El médico forense retirado, Rafael Alcaraz, cree que aún es pronto para responder a las dudas que envuelven el hallazgo del cuerpo de Hodei Egiluz. Aunque se desconocen muchas de las circunstancias que envuelven el caso, una de las incógnitas es aclarar cómo ha sido posible que, si hubiese caído al agua el mismo día de su desaparición, su cuerpo no haya salido a flote ni haya aparecido en los distintos rastreos que llevaron a cabo los buceadores de Amberes. En este sentido, el descubrimiento se ha producido de forma fortuita durante unos trabajos submarinos para sacar a flote una plataforma hundida. Una explicación podría estar, a falta de los nuevos datos que aporte la investigación, en el lodo que se acumula en el fondo del río Escalda y las temperaturas del agua.
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Alcaraz, en este sentido, recuerda que los cuerpos sumergidos permanecen bajo la superficie en relación directa con la temperatura del agua. Cuanto más fría, más tiempo tardan en salir a flote. «Cuando un sujeto fallece ahogado se sumerge, cuando empieza a pudrirse se forman gases y por lo tanto disminuye su densidad y tiende a flotar», explica el experto forense. «Si el agua esta muy fría tarda mucho en producirse gases y, además, el cuerpo lo pueden comer en parte los peces, con lo que ya posiblemente no flotara nunca», agrega.
Depredadores
En el caso del río Escalda, con el fondo saturado de limo y grava, la posibilidad de que salga a flote de forma natural se complica aún más. «El cadáver puede acabar atrapado en el lodo y en ese caso, la humedad es total, sin que se produzcan corrientes de agua que lo puedan afectar», indica. Además, si el cadáver queda bajo el fango, «queda escondido de depredadores de forma parcial». Sin embargo, uno de los principales procesos que se produce en un cuerpo en esas circunstancias es el proceso de cambio de la grasa del cuerpo por una sustancia similar que técnicamente se denomina adipocira. «Al cabo de un año sumergido, la adipocira se generaliza y el cuerpo disminuye mucho su densidad, con lo que la flotabilidad del cuerpo aumenta. En algunos casos, este proceso conlleva que el cadáver salga a flote», indica Alcaraz.
Dentro de una explicación general, el veterano forense destaca que la determinación de las causas de la muerte en un cadáver que lleva varios años sumergido puede ser especialmente difícil. El aspecto externo del cuerpo tiene una conservación parcial bastante mala y no suelen existir vísceras, lo que puede dificultar los trabajos para precisar la causa. «El diagnóstico de muerte por ahogamiento se puede realizar si la fauna microscópica de la zona es abundante, y en ocasiones, se puede buscar en la misma médula de los huesos», señala. La identificación, no obstante, dependerá del ADN, la ficha dental y los detalles físicos o de la ropa, como ha sido el caso en el hallazgo del cuerpo de Hodei.
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