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Anuncio 'Deliciosa calma'

A favor o en contra de los anuncios feministas de Campofrío

En su última incursión publicitaria, 'Deliciosa calma', la marca critica la presión social a la que se ven sometida las mujeres españolas

Itsaso Álvarez

Martes, 24 de mayo 2016, 00:57

En su último anuncio publicitario creado por la agencia McCann Erickson, la misma que suele hacer los anuncios de Ikea y Coca-Cola en España, para Campofrío, la marca de embutidos critica con ironía y sentido del humor la presión social, las tensiones y las cargas a las que se ven sometidas las mujeres españolas. En sintonía con algunas escenas de 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' dirigida por Pedro Almodóvar, que se estrenó hace 28 años, actrices como Carmen Maura, María Barranco y Rossy de Palma, entre otras, protagonizan la campaña, que se desarrolla en un restaurante llamado 'Deliciosa calma' que se presenta al espectador como un remanso de paz donde todas las clientas pueden pedir lo que quieran entre un original menú que incluye platos libres de estrés. Entre ellos, un 'No he ido al gimnasio porque no me ha dado la gana y ya iré si puedo con salsa de trufa negra', un 'No pienso tener hijos y qué sin ralladura de ningún tipo' y un 'Soy Directora general y madre y qué'. Esta es la cuarta vez en los últimos ocho años que la multinacional de alimentación utiliza un anuncio feminista para llegar a los consumidores, hasta el punto de que, gusten o no, se han convertido en una referencia en el mundo del marketing y un fenómeno viral en todo el país. Como el emotivo anuncio de una web para adultos que la pasada Navidad emocionó a medio mundo. O como aquel grabado en una estación de bomberos donde la añorada Chus Lampreave hacía de operadora a la vieja usanza. Ojo, que el restaurante no es solo cosa del anuncio. Se abrió en realidad el pasado jueves bajo la dirección de la chef Susi Díaz, incluso se pueden hacer reservas, aunque sólo abre cuatro días. El jueves pasado, ayer, el 31 de mayo y el 7 de junio.

Recordémoslos. El primero de estos anuncios fue el de 'Elena Salgado de Cáceres', no la socialista que entre 2009 y 2011 fue ministra de Economía y Hacienda del Gobierno español, sino la Elena Salgado de Cáceres que es «responsable de economía de su casa». Lo que la publicidad pretendía era dar un homenaje sobre las amas de casa que gestionan el presupuesto y la economía familiar en un momento en que España empezaba a sentir los efectos de la crisis. «Este es nuestro homenaje a todas las Elenas Salgado, que pueden ahorrar en todo menos en cómo se quieren sentir», concluía el 'spot'.

Después llegó 'Muñecas', con escenas desarrolladas en una fábrica donde se construían muñecas en serie y que terminaba diciendo «porque ser diferentes hace que seamos únicas». Si con Elena Salgado se reconocía su valor como gestora de la economía doméstica, con 'Muñecas' quisieron ensalzar aquellas peculiaridades alejadas de los estereotipos que hacen a cada fémina diferente y, por tanto, única y especial. «Un homenaje a las mujeres invisibles del día a día que trabajan, comparten, se emocionan, y que son las responsables de transmitir a su entorno más cercano valores y principios, además de ternura, paciencia y optimismo», dijo la marca.

Para el tercer anuncio feminista se contó con el diario deportivo 'Marca'. Varias mujeres se dedicaron una noche a convertirlo en una revista femenina cambiando los titulares futbolísticos por otros como 'Glúteos: fuera flacidez', 'Shorts más cortos, atrévete no seas nenaza' y 'Las 100 mejores recetas de picoteo para una jornada de Champions', en un intento por echar por tierra los estereotipos que atenazan al colectivo femenino.

Ante la proliferación de marcas, productos, campañas publicitarias y medios, la decisión de compra de un cliente ya no se basa sólo en los atributos positivos o beneficios racionales de un producto, sino también en lo que la marca representa, transmite y dice sobre ella, así como sobre lo que el producto y la compañía hacen por la sociedad en su conjunto. No obstante, como en todo, estos anuncios pueden agradar o espantar, y con el último Campofrío ha vuelto a generar un debate a favor y en contra de lo que pretende transmitir. «Como creativa, cuando pienso en la estrategia de marca, me interesa contar algo más que las características del refresco, la silla o la loncha de jamón. No creo en otra cosa que no sea la publicidad emocional», indica Mónica Moro, directora creativa McCann, quien recurre a una frase de su abuela para explicar que una empresa puede hacer gran cantidad de cosas por la sociedad, pero si no llega al consumidor, no le saca rendimiento como empresa: «No solo hay que serlo, sino que parecerlo». Por su parte, Aurélie Morin, responsable en Europa de Marketing de Campofrío, sostiene que «cualquier empresa que está vendiendo un producto tiene también voz y, en nuestro caso, queremos utilizar esta voz para hablar de asuntos que puedan interesar a los consumidores. Cuando estuvimos trabajando en esta campaña sabíamos que íbamos a tener un debate, además, creo que es bueno tenerlo. Significa que realmente el hecho de que haya mujeres estresadas y presionadas es algo que está latente en la sociedad, algo que no hemos resuelto y que tenemos que hablar. Ahora es cuestión de que cómo cada una puede elegir cómo quiere ser y cuál es su forma de ser, que ninguna imponga a la otra ningún modelo», advierte.

Entre las que están a favor de este anuncio se encuentra Saioa Bernardo. «Al margen de los productos que vende la marca y de su política de empresa, yo soy vegetariana, el anuncio es muy bueno, es un mensaje de liberación para la mujer de toda presión social que se nos impone hoy en día. Se supone que somos perfectas amas de casa, esposas, amantes, madres y trabajadoras, en fin, unas auténticas todoterreno y la realidad es bien diferente», sostiene esta mujer, al frente de un establecimiento de moda en Bilbao. Entre las que figuran en el extremo contrario, la periodista Natalia Bajo, que en la revista 'Telva' se preguntaba: «¿Qué tiene que ver el producto con el vídeo del anuncio?». «Confieso que he caído en la trampa. El nuevo 'spot' de Pavofrío me ha emocionado. Ha causado el efecto esperado, ya que es creativo, emotivo, maneja los estereotipos con mucho humor, emotivo, maneja los estereotipos con mucho humor... Lo he compartido y comentado en redes sociales, pero también otro de Un Women (ONU Mujeres) que refleja una realidad paralela: la verdadera discriminación social y física que sufren las mujeres cuando el marco cultural no ofrece ninguna elección, ni margen de acción. Y por esto el anuncio de Campofrío no me convence». También hay una persona, en este caso un hombre, Paco, que ha iniciado una petición en Change.org para que Campofrío retire el anuncio al considerar que «denigra al hombre por el mero hecho de serlo y somos muchos millones de hombres comprometidos con la igualdad de derechos, la concienciación familiar y nos posicionamos firmemente contra la violencia de género».

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