«Las opiniones de los musulmanes son infinitamente diversas»

- Hace poco me crucé en una estación de Francia con un hombre con chilaba, barba y una moradura en la frente. Me puse tenso sin quererlo. ¿Le pasa a mucha gente?

- Yo creo que al menos a un número muy representativo de personas sí le ocurre. Esto nos indica la situación de rechazo a la que se enfrentan los ciudadanos musulmanes, fruto de cómo se ha presentado el fenómeno del terrorismo.

¿Cómo se ha presentado?

No como un hecho que concierne a unas personas muy determinadas y minoritarias, sino situando a todos los musulmanes bajo sospecha. Se ha prestado muy poca atención a la hora de discernir e informar sobre esta cuestión.

¿Somos islamófobos sin saberlo?

- Existen quienes son claramente racistas y fomentan la islamofobia, pero también existe una islamofobia social inconsciente, que no es corregida por nadie, porque se han colocado bajo sospecha global los espacios y actores vinculados al islam y porque la visión de control y seguridad se ha impuesto socialmente sobre la cuestión de la integración. En consecuencia, las opiniones públicas y el sentimiento social se han centrado en la necesidad de defenderse 'preventivamente' de la presencia de musulmanes en nuestro suelo.

Fronteras entre diferentes

¿El mundo está dividido entre nosotros y ellos?

No. Esa es una visión binaria falsa que fomenta la exclusión, sobre todo porque se basa en una construcción ideológica de un 'nosotros' superior frente a un 'ellos' inferior. Es una visión colonial que alimenta un arrogante etnocentrismo europeo basado en un sentimiento de desprecio hacia 'ellos'. Son las actitudes y las políticas que promueven la exclusión, la no integración y la marginación, las que construyen fronteras entre unos y otros.

¿Nosotros los tememos porque creemos que ellos nos odian?

Es que no nos odian. Si han emigrado y emigran a los países europeos es porque desean una vida mejor para ellos y sus hijos, con derechos y leyes que les garanticen un bienestar que no encuentran en sus países de origen. Por otro lado, hay que tener en cuenta que también estamos hablando de muchos ciudadanos musulmanes europeos, cuyo mundo es Europa porque han nacido y se han criado aquí. Y por tanto, cuando surgen actitudes minoritarias de rechazo u odio suelen tener unas raíces sustentadas en su exclusión y desposesión. Aquellos que expresan odio es más por lo que hacemos que por lo que somos.

¿Como lo que estamos haciendo con los refugiados?

La posición que Europa está mostrando con la cuestión de los refugiados confirma la actitud de considerar a los ciudadanos que proceden del mundo árabe e islámico como indeseables y susceptibles de ser tratados como material desechable. Esto contribuye a radicalizar y a ayudar a quienes desean reclutar jóvenes contra Europa y Occidente.

Hay quien dice que entre los refugiados se camuflan terroristas infiltrados.

- Esa es una opinión que utilizan quienes no quieren a esos refugiados con nosotros, pero la realidad es que quienes han atentado no han venido de fuera, de ahí la gran necesidad de analizar y responder a las causas que llevan a la radicalización de esos jóvenes. Los refugiados son una enorme sociedad civil indefensa y aterrorizada que huye desesperadamente del espanto.

El estigma del Islam

¿Qué piensan los musulmanes de los occidentales?

Ante todo hay que decir que no todos son uno, y por lo tanto no se pueden establecer categorías homogéneas y monolíticas. Más allá de ser musulmanes, son personas con ideas, opciones y opiniones infinitamente diversas. No se les puede encapsular en una unidad cerrada. Respondiendo a su pregunta, según indican las encuestas sociológicas realizadas, las opiniones públicas de los países musulmanes muestran que valoran y aspiran a alcanzar principios fundamentales como el Estado de Derecho y la democracia.

¿No hay opiniones negativas?

Las opiniones negativas hacia Occidente se basan en sus políticas en Oriente Medio y en la extensión de la islamofobia. Que existan minorías extremistas, que por otro lado asesinan a más musulmanes que occidentales, no significa que representen a la inmensa mayoría de los ciudadanos musulmanes.

Usted ha escrito en un artículo la frase 'todo árabe es un presunto malo'. ¿Están obligados a demostrarnos que son buenos, a hacer un esfuerzo que no se le pide al resto?

Por supuesto que se les exige presentar permanentemente su 'certificado de buen comportamiento'. La presunción de inocencia se les otorga de manera muy cicatera. Hemos llegado a una situación en que, incluso cuando se manifiesta ese 'buen comportamiento', se duda de su fiabilidad.

¿Los musulmanes buenos son los que beben cerveza?

El estigma del Islam lleva a pensar que el mejor musulmán es aquel que es menos musulmán. Es una visión naif y prejuiciosa ¿No ser creyente garantiza poseer todos los valores positivos del ser humano?

¿Todo esto que usted dice lo arrojan por la borda atentados como los de Bruselas y París?

Esos atentados responden a la acción de unas personas muy determinadas y no se puede extender a todos los musulmanes. Ahí es donde se debe hacer un gran esfuerzo de explicación y pedagogía que ha brillado por su ausencia. No se está luchando verdaderamente contra la expansión de los movimientos racistas islamófobos que basan su discurso en hacer exactamente ese totum revolutum, y esto va a tener unas consecuencias muy negativas en los futuros resultados electorales europeos.

Tras cada atentado todos miran al barrio de Molenbeek, en Bruselas. ¿Habría sido necesario fijarse en ese barrio mucho antes para evitar, por ejemplo, sus tasas de paro?

Muchos jóvenes musulmanes europeos se ven repudiados por sus países, marginados y sin oportunidades. Se habla de radicalización como si se produjese por generación espontánea, ignorando las causas tan profundas de humillación y exclusión que contribuyen a generarla. El fenómeno del terrorismo no puede resumirse en un único factor, pero desde luego este es uno a tener en cuenta.