El guiño del Betis al 8 de marzo con una camiseta verde y rosa

La iniciativa, como tal, merece el reconocimiento. Con motivo de la celebración, el próximo 8 de marzo, del Día de la Mujer Trabajadora, el Betis ha decidido cambiar los colores de la camiseta que lucirá en el partido de este domingo frente al Granada (12.00 horas) en el Benito Villamarín. Los verdiblancos vestirán, excepcionalmente, de verde y de rosa, en un gesto adelantado a las celebraciones del próximo martes. La propuesta es oficial y ha sido anunciada a bombo y platillo. No han tardado en llegar las reacciones, con evidente mayoría que apoya la iniciativa del club bético.

No obstante, también ha generado una pequeña dosis de polémica y controversia. No por el impacto visual que va a generar la nueva (y única para la ocasión) elástica. El debate surge al adentrarse en los antecedentes de algunos futbolistas del club. Concretamente de Rubén Castro (Las Palmas, 1981) y Rafael Van der Vaart (Holanda, 1983), ambos involucrados en episodios de violencia de género. Castro está actualmente pendiente de la sentencia del Juzgado número 3 de Violencia sobre la Mujer de Sevilla, acusado de cuatro presuntos delitos de maltrato y otro de amenazas a su expareja, Laura Pavón, una joven de 26 años que está en tratamiento psicológico. Pavón denunció al delantero canario, su entonces pareja, en mayo del 2013. La abogada de la víctima, Amparo Díaz, ha incluido en la denuncia una presunta agresión sexual y el agravante de maltrato habitual, algo que podría multiplicar la pena de prisión del acusado, al que se le piden dos años y medio de cárcel. Los dos puntos fueron archivados pero más tarde fueron recurridos por la parte demandante.

Los cánticos de la vergüenza

El episodio, sin embargo, saltó de los juzgados al terreno de juego. En febrero del año pasado en un partido de Liga Adelante entre el Betis y la Ponferradina un nutrido sector de aficionados de 'Supporters Gol Sur 1986', grupo ultra bético vinculado a la extrema derecha y hermanado, entre otros, con el Frente Atlético, defendió desde la grada a Castro: «Rubén Castro alé, Rubén Castro alé No fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien», corearon. La proclama, repetida también en un duelo contra el Girona, fue noticia en todos los medios de comunicación y abrió la sección de deportes de los informativos de España y medio mundo. Los expertos se preguntaban cómo en pleno siglo XXI podían escucharse semejantes barbaridades en un recinto deportivo tan conocido. «Apología de la violencia machista en las gradas», rezaban varios de los titulares de la prensa.

Inmediatamente después, el foco informativo se dirigió hacia el jugador verdiblanco, un ídolo absoluto para la hinchada de su club. «Yo no tengo nada que ver con eso, la gente es libre de cantar lo que quiera en un campo. Yo conecto muy bien con esta afición, que solo quiere ayudarnos, y creo que lo más importante es que hoy hemos ganado y seguimos líderes» fueron sus palabras ante los periodistas dos semanas después (antes no quiso hablar) de que los ultras que tanto le veneran volviesen a avergonzar al deporte español. Tras el revuelo y la polémica que se generó por estas desafortunadas declaraciones, la directiva, encabezada por Juan Carlos Ollero, obligó al delantero canario a rectificar y condenar estos cánticos en un vídeo emitido por la web del club: «Esta mañana no me he expresado bien. Quiero que quede claro que estoy en contra de la violencia en todas sus formas y contra cualquier manifestación que la justifique».

Hasta tres meses tuvieron que pasar para que la Liga y la Comisión Antiviolencia, después de un sinfín de deliberaciones, decidiesen el castigo para el club hispalense y su afición: 30.000 euros de multa. El propio colectivo de seguidores radicales, mediante su cuenta oficial en Twitter, sí condenó los hechos y declaró que iba a dar con esos «machitos» para expulsarlos de su grupo de forma inminente, además de mostrarse «en contra de cualquier muestra vejatoria hacia la mujer».

La Nochevieja más amarga de Van der Vaart

Rafael Van der Vaart es otro de los futbolistas del Betis al que la sombra del machismo le va a perseguir siempre. Fue en la Nochevieja que daba entrada al 2013 cuando, el ex de Real Madrid y Ajax entre otros, golpeó a su exmujer, Sylvie, delante de otros invitados en una fiesta organizada en la mansión de la pareja. La agresión, conocida semanas después, colocó en el disparadero mediático al jugador, que en aquellos días militaba en el Tottenham inglés.

El centrocampista neerlandés (y de ascendencia andaluza) explicó arrepentido en el diario alemán Bild lo sucedido: «Fue una gran tontería por mi parte. Soy un idiota. No debió haber ocurrido jamás». Aunque pidió perdón a su esposa y ella afirmó públicamente que no le guardaba rencor por lo ocurrido, la situación, muy deteriorada en los últimos años del matrimonio, desembocó en un divorcio que, eso sí, fue amistoso y ejemplar. Una de las parejas más populares entre las 'celebrities' del deporte mundial se había roto en unas circunstancias que distorsionaron la imagen idílica que exhibían de puertas hacia fuera.

Un claro «guiño» a la mujer

Por eso, la iniciativa del club bético ha tenido una resonancia mayor. El departamento de marketing del Betis explicaba así este miércoles la iniciativa de la camiseta verdi-rosa. «Un Betis de rosa y verde como colofón a los actos que a lo largo de toda la semana hará la entidad verdiblanca en honor a la mujer, que celebra su Día Internacional el próximo martes 8 de marzo. Es el cuarto año en el que queremos hacer un guiño a la mujer. Hemos querido dar un salto y vamos a cambiar nuestra camiseta. No hay ningún fin comercial, solo el apoyo de un club solidario como es el Betis a la causa de la mujer», afirmaba Ignacio Lasa, director de marketing del club verdiblanco.

El gesto trascenderá a la camiseta y este domingo el palco del Benito Villamarín estará ocupado solo por mujeres, y la presidencia del club será responsabilidad de María Victoria López, consejera de la entidad andaluza. «Queremos homenajear a la mujer y ayudar al deporte femenino», aclaraba también Lasa. Además, todas las mujeres podrán obtener dos entradas por persona para el partido de este domingo por solo 10 euros.