Dos butacas junto al Muro de Berlín

La sala de los cines Golem de Azkuna Zentroa-Alhóndiga Bilbao en la que se proyectaba El Puente de los Espías, el último trabajo del mago del cine Steven Spielberg, estaba prácticamente llena. Hasta 120 suscriptores de EL CORREO, tanto en su formato de papel como en el digital on+, fueron los primeros afortunados en disfrutar del preestreno de una de las películas más esperadas de la temporada, un film que dará que hablar por la solidez del guión, que firman Matt Charman y los hermanos Ethan y Joel Cohen, por la notable interpretación de Tom Hanks, uno de esos actores que consiguen hacer creíble cualquier papel, y por el magnífico pulso en la dirección del propio Spielberg.

Los asistentes a la proyección comenzaron a llegar a las siete de la tarde a los cines Golem e hicieron cola pacientemente. Por allí pasaron Ernesto Ubierna, que lucía un elegante sombrero, Lourdes Vivanco, Pedro Vázquez, Loli Ortego, Máximo Vicario, Josean García, Eva Terrón, Berna Rama, un sabio de la cocina -durante años fue uno de los cocineros más notables y reconocidos del país-; Begoña Cerro, Mercedes Ortega, Fernando Sánchez, Yosune Callo, Jesús Sánchez, Blanca Larrea, Saioa Arregui, Carmen Oviedo, que acudió a la cita junto a su hermana, la fotógrafa Marieli Oviedo, y los jóvenes Gorka Sáez y Aser Madrid.

A las siete y media de la tarde se hizo el silencio, se apagaron las luces y comenzó la proyección con el sonido del inquietante bullicio de Brooklyn, que iba in crescendo al tiempo que por la pantalla pasaban los créditos. El argumento de la película, basada en una historia real, es conocido por los amantes al cine. La acción comienza en el año 1957, en plena Guerra Fría, cuando las dos superpotencias mundiales, Estados Unidos y la Unión Soviética, estaban muy preocupadas por el aumento del armamento nuclear en ambos países, razón por la que tratan de controlarse mutuamente. Los espías se convierten en personajes fundamentales para ambas superpotencias, que por la seguridad nacional tratan de desenmascarar a los infiltrados rivales.

El puente de los espías a que se refiere el film es el Glienicke, ubicado en la zona sur de Berlín. En su mitad exacta era donde hace más de medio siglo los representantes de Berlín Oriental y Berlín Occidental se citaban para intercambiar sus prisioneros.

Asistieron a la proyección los suscriptores Nieves Jiménez, José Manuel Baguilla, Belén Idígoras, Pepe Traspaderme, Laura Guisasola, Luken Cerro, Pilar García, Aritz Garzón, Andone Jiménez, Andrea Sobrado, Leire Alonso, Marisa Gutiérrez, José Enrique Eladio, Itziar Llaguno, Esther Díez, Amaia Robles, Arantza Pina, Jesús Tavallo, Marian Blanco, Pedro María Portillo, Josu Villamandos, que acudió al preestreno acompañado de su ama, Garbiñe Ipiñazar, y los jóvenes cinéfilos Liher Luzarraga y Javi Hurtado.

A la cita en los cines bilbaínos también asistieron Bingen y Ainhoa Zozalla, Arkaitz Gutiérrez, Pedro Echevarría, María Pilar López, Vicente García, Daniel Bacigalupe y Leire Ruiz.