«Si un refugiado no quiere venir aquí puede acabar en la cárcel, no eligen país a la carta»
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN ESPAÑOLA DE AYUDA AL REFUGIADO (CEAR) EN EUSKADI
Octavio Igea
Jueves, 12 de noviembre 2015, 03:02
El mismo día que el Gobierno vasco mostraba su «decepción» por la lenta llegada de exiliados a la comunidad, el presidente de CEAR Euskadi, la ... ONG que cobija a los tres únicos refugiados que ya están aquí, aseguraba ayer que los eritreos están «vapuleados». «Me gustaría preguntarles cosas, pero ves a tres hombres recios llorar y eso ya te lo dice todo», explica Javier Galparsoro. Se muestra muy crítico con los gobiernos europeos ante la previsión de que el proceso de reubicación se frene a las puertas del invierno. «¿Acaso creen que la gente que llega a Lampedusa o Lesbos va a dar media vuelta? Esto es irreversible», dice, y defiende que los expatriados tienen derechos, «no son irregulares que se cuelan en el país». Eso sí, advierte que no hay barra libre. «Si un refugiado rechaza venir a España puede acabar en la cárcel».
¿Cómo aterriza un refugiado en su nuevo hogar?
Los refugiados no son inmigrantes al uso, son gente que huye con lo puesto. Es una situación extrema, no tienen forma legal de huir de guerras y otras amenazas, así que llegan hechos polvo, vapuleados.
¿Qué necesitan?
Todo. Muchos pierden familia por el camino, aterrizan en un país extraño, sin dinero, sin casa, sin saber el idioma y sin saber si podrán volver a un lugar en el que han dejado su vida.
¿Es fácil llegar a ellos? A que confíen en quien les acoge.
Depende mucho del país de procedencia, pero la gente suele empatizar rápido cuando se siente a salvo. Los africanos son gente que se entrega enseguida, te abren su corazón, pero hay gente como los que vienen de las exrepúblicas soviéticas o yugoslavas que resultan más difíciles. Ven a abogados como yo y creen que somos funcionarios de los gobiernos. Dicen, cuidadito.
¿Y los eritreos que ya están en Bilbao?
Ahora mismo es complicado comunicarse porque solo hablan tigriña, una de las lenguas oficiales de Eritrea, pero tener una cama y no escuchar disparos en la calle ya les sirve para saber que están mejor. Dentro de un tiempo nos explicarán sus sensaciones y les tendremos que decir que son unos privilegiados por salir con vida de su país y haber sido elegidos entre los primeros realojados. Puede que les invada la culpa...
¿Por qué?
Quizá se pregunten ¿y por qué he tenido suerte yo y no todos los que se han quedado por el camino? En el mundo hay 60 millones de desplazados y en Europa nos estamos preocupando de 160.000. Yo he visto a estos tres africanos rocosos y me he quedado con las ganas de preguntar ¿cuántos de tu patera sobrevivieron?, pero les ves las lágrimas en los ojos y te callas. Lo dice todo. Deben sentirse a salvo, aunque aún no lo están.
¿No?
Por venir de Eritrea o Siria no son refugiados directamente, deben contarnos sus historias y el Ministerio del Interior decidirá si cumplen los requisitos. Mientras, les ayudamos a integrarse, aprenden euskera, algunos se hacen del Athletic... y a veces llega un día en el que les dicen que se tienen que volver al país del que huyeron porque no tienen tanto riesgo. Eso nos está pasando, ahí empieza otro drama.
¿Siguen sin saber cuándo llegarán los siguientes contingentes de refugiados?
No sabemos nada. Igual en un rato me llaman y me dicen que tenemos que preparar diez camas. Vivimos en alerta permanente, y luego igual resulta que esa gente que iban a mandar a Euskadi acaba en Murcia, es un descontrol. El acuerdo firmado por los gobiernos europeos habla de que el proceso de realojo debe durar dos años. Ya me dirán cómo lo hacemos a este ritmo desesperadamente lento.
Parece obvio que a este ritmo serán más de dos años...
Pues no debería, y si pasa habrá que exigir responsabilidades. El asilo no es una limosna que se da por piedad, es un derecho internacional desde hace 50 años. No es una concesión de Merkel, Rajoy o Hollande.
¿Todo empezó con la foto del niño Ailan ahogado en la playa?
Sí. Europa se ha conmovido porque se ha conmovido la ciudadanía, y porque ese pobre niño se parece a los hijos de cualquiera. Yo llevo más de 20 años en esto y lo que digo es que no se puede llevar a cabo una integración seria sin un calendario de llegadas. La imagen es patética y la culpa está lejos de aquí, no la tienen ni CEAR ni el Gobierno vasco.
¿Y qué propone?
Acelerar. ¿Acaso creen los gobiernos europeos que todos los refugiados de Lampedusa o Lesbos van a desaparecer? Llega el invierno, ¿sabe la gente lo que es vivir en un campo de agrupación? Esa gente no va a dar marcha atrás, en todo caso seguirán llegando más y comenzarán a moverse por su cuenta.
Alemania, «demasiada» fama
Se insiste durante las últimas horas en que los inmigrantes tienen derecho a pedir asilo, pero no a elegir destino. Aún así, siete exiliados se negaron a volar a España. ¿Qué podría pasarles?
El desplazamiento no es a la carta, y si no colaboran una directiva europea establece penas de prisión de hasta 18 meses. Pero ahí se intuye otro problema... si empiezan a negarse en bloque, ¿dónde encarcelas a miles de personas? Tengo dudas de que exista capacidad de represión.
¿España tiene mala fama?
Lo que pasa es que Alemania la tiene demasiado buena, se ha exacerbado. España está bien considerada y resulta muy cercana a los inmigrantes por el fútbol. Es curioso, igual no son capaces de ubicar el país en un mapa o hablar de su realidad política, pero saben que Messi está en el Barcelona y Cristiano Ronaldo en el Madrid, y eso, sorprendentemente, ayuda.
¿Cree CEAR que algunos de los refugiados que lleguen a Euskadi podrían salirse del sistema, convertirse en irregulares y huir a otro país de Europa?
Claro que lo pensamos. Los refugiados no son presos, tienen libertad de movimientos, aunque es limitada. España no va a impedir que te vayas a Francia o Alemania, pero si son identificados en estos países serían devueltos. Eso pasa cada día.
Los refugiados reciben ayudas económicas, una vivienda... ¿qué les diría a esas familias vascas que lo están pasando fatal y creen que se ayuda más a los que vienen de fuera?
Que no es cierto. No son inmigrantes irregulares que se te han colado por la frontera y a los que puedes expulsar, han solicitado el derecho de asilo y deben tener algo a cambio. Obviamente esto no es ilimitado, habrá un momento en el que tendrán que volar solos.
Pero...
No tienen un trato preferente por ser refugiados.
Ha pasado en Alemania, en Hungría... ¿en el País Vasco podrían generarse brotes racistas?
Espero que no, somos un país con una experiencia especial. Ya hemos acogido y también tuvimos que emigrar y pedir asilo en otros países en su momento. A CEAR está llamando gente ofreciendo casas, dinero, juguetes, su tiempo...
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