Sin 'Sansilvestres', ni cabalgatas, ni mercado de Santo Tomás para evitar aglomeraciones

El Gobierno vasco ha cambiado de opinión en apenas una semana sobre la movilidad en Navidad y el número de comensales que se podrán reunir para comer y cenar. Pero en lo que se muestra inflexible es en su rechazo a la organización de cualquier evento navideño multitudinario e incontrolable que puede provocar un foco de contagio. La pasada semana ya lo dejó claro. Y este lunes la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, volvió a mostrarse tajante. El Gobierno vasco no quiere ni mercado de Santo Tomás, ni recibimientos callejeros a Olentzero, ni cabalgata de Reyes, ni las carreras de San Silvestre, ni grupos de canto en Nochebuena o víspera de Reyes, ni fiestas en la calle con motivo de las campanadas de Nochevieja.

La postura que este miércoles defenderá Sagardui en la Interterritorial de Sanidad es inequívoca: «cancelación». Y ahí podría chocar con la postura del Ministerio de Sanidad, que la pasada semana no veía mal la celebración, por ejemplo, de las tradicionales pruebas atléticas del día 31 «siempre que no interfieran con la limitación horaria de la movilidad nocturna y utilizando estrategias para disminuir el contacto entre los corredores».

Las instituciones vascas lo han tenido claro desde el inicio de la segunda ola de la pandemia. Ese tipo actos que congregan a miles de personas no pueden celebrase. De ahí que los ayuntamientos, las tres diputaciones y el Gobierno vasco los hayan suspendido una a uno para evitar cualquier riesgo. En su lugar, se han promovido alternativas vía internet u organizado actos en lugares cerrados donde se puede controlar tanto al público que asiste como las medidas a aplicar. Es el caso, por ejemplo, del Consistorio de Bilbao, que este año recibirá a Olentzero y los Reyes Magos en sendos espectáculos en el Arriaga y el Bilbao Arena, respectivamente