Risas, emoción y trece despedidas
Los concejales salientes dicen adiós con «orgullo» al Ayuntamiento que conocieron en su momento más delicado
No hay muchos momentos en los que personas de partidos políticos diversos e incluso antagónicos puedan compartir espacios de sana camaradería, cercanía sincera e incluso ... bromas. Eso es lo que ha ocurrido este jueves en el pleno extraordinario en el que se ha despedido a los trece concejales que no seguirán el próximo mandato. Hubo momentos emotivos cuando, uno a uno, se despidieron del lugar en el que han pasado tanto tiempo.
Nekane Alonso (PNV)
Es una de las más veteranas que se despide tras ser portavoz de su grupo. Está en el Ayuntamiento desde 2015, y antes había estado en el periodo 2007-2012. «Me llevo un poquito de cada uno de vosotros y vosotras, lo mejor, eso me llevo de este maravillo Ayuntamiento», dijo tras agradecer la confianza al alcalde Aburto y a su partido.
Raquel González (PP)
La portavoz popular en los últimos cuatro años dijo que era un día agridulce. «Dulce porque me voy orgullosa, peor agrio porque ser concejal de tu ciudad es algo irrepetible, que no se puede definir». En su despedida señaló que «no merece la pena mencionar las cosas malas porque me quedo no con lo político sino con lo personal». «Podemos irnos todos con la cabeza bien alta porque supimos estar a la altura en momentos difíciles más allá de ideologías».
Bruno Zubizarreta (EH Bildu)
«Ha sido una experiencia inolvidable», dijo quien fue concejal de EH Bildu durante los últimos ocho años. Sobre todo, por lo que ha tenido su trabajo de herramienta para «mejorar la calidad de vida de los vecinos». Mencionó entre los agradecimientos a compañeros de filas, de otros partidos, asociaciones y un buen número de personas. Pero, sobre todo, «a mi aitona, que fue gudari y que sé que estaría orgulloso de que su nieto haya sido concejal en la ciudad en la que él luchó por una Euskal Herria libre».
Iván Calderón (PSE)
El concejal que menos tiempo lleva en la corporación (sólo un año) aseguró que «yo ya llevaba a Bilbao en el corazón, pero este tiempo me ha hecho ser un enamorado de la ciudad». Agradeció su apoyo «al alcalde, a mi grupo, a mi mujer...». En cualquier caso, se mantuvo a disposición: «Me tenéis para lo que queráis».
Asier González (EH Bildu)
El concejal soberanista recordó una canción en euskera en la que se habla de que «las aguas del mar son muy profundas para quienes quieran sumergirse en ellas, y el trabajo en este pueblo es duro para todo el que quiera hacerlo». También dijo que «he aprendido mucho» en estos cuatro años y que su marcha «no es un fin de ciclo, no es un adiós».
Gabriel Rodrigo (PP)
«Hoy tengo sentimientos encontrados: por un lado, el pesar de dejar de ser concejal de la capital del mundo; por otro, la satisfacción de haber tenido la oportunidad de serlo y haber conocido a gente maravillosa». Habló de «colectivos y asociaciones, que son un tesoro para la ciudad», y bromeó con que incluso echará de menos «los plenos interminables». En ellos había momentos simpáticos, generalmente propiciados por él mismo: «Sin risas y sonrisas la vida no tiene mucho sentido».
Koldo Narbaiza (PNV)
«Hace ocho años (cuando entró como concejal) empecé a leer un libro y lo estoy terminando. La vida son libros que vas leyendo». Además de sus cometidos como concejal mencionó el trabajo en el distrito 6, muy exigente en profundidad y en horarios. Terminó con un dicho en euskera: «Lo mal dicho, perdonar; lo bien dicho, recordar».
Oihane Agirregoitia (PNV)
«Jamás en mi vida había soñado con ser concejala de Bilbao, y han pasado doce años, he estado con tres alcaldes y he dado más vueltas que una volatinera en tres áreas diferentes». Agirregoitia dijo que «miro hacia atrás y me voy tranquila». También repartió muchos agradecimientos, pero los más sentidos fueron para «mis padres y mi marido».
Iñigo Zubizarreta (PNV)
El concejal que ha resultado más damnificado por el retroceso del PNV en las pasadas elecciones señaló que «trabajar para bilbaínos y bilbaínas es una responsabilidad que he hecho desde el máximo compromiso», y mostró su esperanza de «haber dejado las cosas mejor de lo que las encontré».
Jone Goirizelaia (EH Bildu)
«Ha sido un honor y estoy muy orgullosa de haber sido concejala del Ayuntamiento de Bilbao», una ciudad que «tiene de todo, pero lo mejor son sus gentes y a ellas nos debemos». La hasta ahora portavoz soberanista dijo que en el Consistorio «dejo amigos, no concejales y concejalas, con quienes espero seguir colaborando». «Ahora me jubilo, pero voy a seguir haciendo cosas por Bilbao».
Alba Fatuarte (EH Bildu)
Se despidió Fatuarte con esa sensación que hay siempre de «haber podido hacer más», pero también «con la satisfacción de que lo he hecho lo mejor que he sabido». Incidió en el valor del respeto a las personas, agradeció la complicidad a sus compañeras y compañeros de partido pero, sobre todo, «a mi compañero de vida, Mikel, porque este es un trabajo duro que no sería posible sin tener cerca a esas personas que te sostienen. No hubiera aguantado estos ocho años si no te hubiese tenido a mi lado».
Carmen Muñoz (Elkarrekin Podemos)
«El feminismo ha sido mi leitmotiv para entrar en política, y eso he estado haciendo estos años». Se felicitó de haber pasado «ocho años al servicio de los bilbaínos y bilbaínas», un tiempo del que se lleva «un aprendizaje muy importante: que la política no es sinónimo de enfrentamiento, sino que se consiguen muchas más cosas con buen talante y negociación». «Me voy con mucha pena pero con una sonrisa».
Carlos García (PP)
«Ha sido el mayor orgullo que he tenido en mi vida, no hay ningún cargo en política en todo el mundo como ser concejal de Bilbao», agradeció el popular. Luego se lo pensó mejor: «Bueno, sí, ser alcalde de Bilbao, pero no ha podido ser». Recordó que fue en 2003 cuando por primera vez ocupó asiendo de concejal y valoró que «ahora la ciudad está mucho mejor».
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