Las reservas vacacionales se multiplican a la espera de la reapertura de fronteras

En Viajes Eroski aseguran que el efecto ha sido evidente. «Desde el anuncio de las autoridades percibimos mucho más interés, llamadas y reservas», subraya su director comercial, Sergio Gómez. Tanto que han duplicado su actividad «y ya contratamos en torno a los 2.000 viajes a la semana». Eso sí, remarca que, a pesar de la mejora, «todavía estamos un 60% por debajo de lo que facturábamos en estas mismas fechas hace dos años».

Desde la agencia B The Travel Brand, del Grupo Barceló, reconocen que el índice de reservas está subiendo «poco a poco». «Cada vez notamos más afluencia, el cliente consulta y pide presupuestos, aunque todavía se muestra reticente a contratar porque, sobre todo en Bizkaia y Euskadi, se reciben mensajes contradictorios». «Está claro que la gente quiere viajar y busca mucha información, pero no termina de atreverse», subraya Juan del Hoyo, CEO del grupo Azul Marino. La razón, en su opinión, tiene que ver con las distintas posturas que mantienen las administraciones central y vasca.

La primera se muestra más optimista y apuesta por ir dando pasos en la apertura del turismo nacional e internacional de cara al verano, apoyado en un menor número de contagios y con comunidades donde la tasa empieza a ser ya muy baja. En Euskadi, sin embargo, la situación todavía es complicada. El Ejecutivo de Urkullu se muestra partidario de prorrogar el estado de alarma, extremo al que se muestra contrario, por ahora, el presidente, Pedro Sánchez.

Desde Atrae, la asociación de agencias turísticas receptivas de Euskadi, inciden en que la incertidumbre es «total». «Pedimos a las autoridades que dejen las cosas claras porque la gente está muy desorientada y muchos no se atreven a cerrar la reserva al no saber qué pasará a partir del próximo domingo», asegura Elena Aguirre, que no alberga la menor duda: «Hay muchas ganas de viajar y, en cuanto se definan las condiciones, vamos a recibir un aluvión de reservas».

Sergio Gómez remarca que esa tendencia ya se está dando, eso sí, con unas características muy concretas. Los viajes más cercanos en el tiempo, «algunos en mayo y también en junio», se están reservando casi exclusivamente a nivel nacional. «Andalucía es el primer destino, luego las islas, sobre todo Canarias, y después las costas», enumera.

En estos casos, el perfil del cliente es eminentemente familiar. También hay parejas, aunque muchas se decantan por los viajes a otros países, que se están contratando «para más adelante», a partir de julio. Y principalmente a destinos donde se plantean menos exigencias y medidas de prevención de la pandemia -«miran mucho que no haya cuarentenas»-. «El producto Caribe y Costa Rica funciona bastante, y también las estancias en Maldivas, que esperamos se multipliquen en breve cuando Iberia habilite vuelos directos desde España», subrayan desde B The Travel Brand. Las mismas fuentes destacan que la gente ya se está asegurando próximas citas vacacionales, «y nos sorprenden las reservas de cara a Navidad a Laponia».

Otra cosa, confirman las propias agencias, es la previsión de la llegada de turistas a Euskadi, que está mucho más parada. «Aquí la demanda está siendo mucho más baja porque buena parte de nuestra clientela es internacional y suele reservar con mucha antelación», admite Juan del Hoyo. «Estamos trabajando al 5% de actividad», apunta Elena Aguirre.