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Tras la bomba que supuso el martes la decisión del colegio Jesuitinas de cancelar la fusión para el próximo curso con Jesús María, las familias ... afectadas aún trataban ayer de asimilar la noticia. Ambos centros educativos continuarán sus caminos por separado, pero la situación en Jesús María, que atraviesa un grave conflicto laboral desde que los docentes iniciasen una huelga indefinida hace dos meses, es de una gran incertidumbre.
«Tenemos la sensación de que se ha querido ir demasiado deprisa en el proceso. Y lo que mal empieza...», señala Miguel Ángel Alonso, vicepresidente del ampa. La fusión se decidió sin contar con el aval de las familias. «No se nos ha informado como debía. Las dos entidades tenían que haber estudiado mucho mejor la situación». El acuerdo de integración se anunció en marzo. «Sin embargo, no se nos comunicó que tenía cláusulas, como conseguir un número mínimo de alumnos», señala Alonso. Esta fue una de las razones de Jesuitinas para anular el acuerdo. Otra, la falta de un «entorno social estable».
Representantes del ampa se reunieron ayer por la mañana con el Departamento de Educación en Lakua. El mensaje que trasladó el Gobierno vasco fue de «tranquilidad». Todos los alumnos tendrán garantizada una plaza escolar. Son las familias quienes tienen ahora que elegir en qué colegio.
Sobre la mesa se plantean tres opciones. La primera, seguir en Jesús María. Fuentes de la dirección explican que van a analizar la viabilidad del centro de cara al próximo curso, aunque reconocen que no es algo que esté en sus manos. Todo dependerá de cuántas familias decidan continuar. Por el momento, el ampa calcula que algo más de la mitad se han marchado durante el periodo ordinario de matriculación, molestas con la forma en que se ha gestionado la fusión o con los efectos que ha tenido la huelga. Esto se ha notado mucho, por ejemplo, en Bachillerato.
En cualquier caso, los alumnos que fueron aceptados en otros colegios pueden desde esta semana pedir el traslado de su expediente y unirse a sus nuevos compañeros, como ya ha sucedido en varios casos. Los que no hicieron la inscripción en el periodo ordinario, sin embargo, tendrán que esperar al próximo curso.
Porque la segunda vía es abandonar el colegio rumbo a otros centros. El departamento abrió ayer la posibilidad a las familias para rellenar la solicitud, sin un plazo determinado. La idea es que los alumnos se puedan matricular en el mismo modelo lingüístico e itinerario académico en el que ya estudian. El único requisito es que existan plazas libres en el centro escogido, lo que entierra las pretensiones de algunas familias de que se permitiese abrir nuevas aulas en otros colegios.
La tercera opción es ir a Jesuitinas, pese a que el proyecto que se había planteado, Zabalbide, se haya esfumado. Entre otras cosas, el nuevo colegio iba a incorporar parte de la oferta educativa de Jesús María con la que Jesuitinas no cuenta, como un Bachillerato de modelo A o el itinerario de Artes. Alonso explica que la dirección les ha trasladado que sólo ofertará estas opciones «si se apuntan suficientes alumnos». Educación garantiza una plaza para todos los estudiantes en Jesuitinas.
Por otro lado, ELA anunció ayer que mantiene la huelga indefinida. «Estamos defendiendo nuestros puestos de trabajo y el futuro de nuestras familias. No hay justificación para estos despidos, y existen alternativas», afirmó en un comunicado. El sindicato ha iniciado una recogida de firmas «ante el riesgo de 60 despidos».
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