Profundo malestar entre los arrantzales al hundirse el precio de la anchoa en lonja a 70 céntimos

Una gran decepción y un profundo malestar se han extendido enseguida entre la tripulación de una treintena de embarcaciones vascas y de Cantabria que han descargado en el muelle ondarrés las capturas realizadas durante toda la noche a dos horas de la costa guipuzcoana.

«Estamos regalando el pescado», han lamentado desde el 'Noche de paz', de Santoña. «Y eso el primer día de costera, no queremos ni pensar que pasará mañana», han añadido. Sus compañeros del 'Madre Lita' comparten el mismo enfado. «Luego, en las pescaderías llegarán a los 8 euros el kilo, no hay derecho», han criticado.

«No tenemos más remedio que salir a faenar porque es nuestro modo de vida, pero dan ganas de amarrar y que la anchoa desparezca del mercado», han indican muy enfadados desde los pesqueros vascos. A pesar de las quejas de los cerqueros, las subastas se han sucedido en la misma tónica. «Como sigamos así, es mejor que los consumidores vengan directamente al puerto y les regalamos la anchoa directamente», han añadido.

«Sabemos que no va a tener la cotización de ayer (por el lunes) en la que superó los seis euros, pero menos de un euro un producto de temporada recién pescado es muy decepcionante», han recalcado. Precisamente, este martes representantes del sector vuelven a reunirse con la Secretaría de Pesca para avanzar en un modelo de gestión que persigue rentabilizar las capturas «que se aplicará como prueba durante esta costera y que no generará derechos históricos», subrayan desde Opes Cantábrico que representan a alrededor del 90% de las embarcaciones que se dedican a esta pesquería.

El año pasado la cotización media de la anchoa fue de 1,50 euros el kilo, un 6,9% menos que un ejercicio antes, que quedó en 1,61. «Hace tiempo que pescamos con cabeza porque numerosas familias de la costa sufrimos muchísimo en los años de veda», insisten. «Y ahora necesitamos rentabilizar el trabajo y no tirar por tierra todo nuestro esfuerzo, el de toda la noche trabajando para luego malvenderlo en lonja», recalcan.