Tormenta en la izquierda abertzale por la refundación de EH Bildu

A medida que se acerca el congreso del próximo sábado en Bilbao, la tormenta ha ganado en intensidad. Durante semanas fue un ruido soterrado que parecía circunscribirse a Eusko Alkartasuna. Pero pasado el cónclave que reeligió a Pello Urizar, los truenos han sonado en varias direcciones y se han oído con fuerza en las redes sociales. Destacados militantes de la propia izquierda abertzale como Maribi Ugarteburu, Ion Ansa o Miren Larrion han expresado sus recelos o rechazo explícito al proceso abierto. Unas críticas que obedecen a diversas cuestiones y que no proceden de los sectores más radicales, sino de los más pragmáticos.

Miedo a un «Sortu bis»

Dominiol de la izquierda abertzale

Cuando arrancó el debate, muchos miraron a Uruguay. Allí gobierna el Frente Amplio, un conglomerado en el que están desde democristianos hasta comunistas. Se trata de una apuesta exitosa. Situó al frente del país a José Múgica y al actual presidente Tabaré Vázquez. Compuesto por una veintena de partidos, funciona mediante una mesa política. Casualidad o no, el mismo nombre que tendrá la ejecutiva de EH Bildu.

Pero las diferencias son notables. La mesa uruguaya guarda una importante proporcionalidad. El partido con más representantes tiene tres. En la mesa vasca, de diecinueve miembros con derecho a voto, la izquierda abertzale tendrá doce. Y al frente estará Arnaldo Otegi. Que la mayoría tenga vínculos directos con Sortu no ha cogido por sorpresa a nadie. Pero algunas voces sí consideran que la proporción es abusiva. «Son gente maja, pero pata negra de la izquierda abertzale. Y lo que muchos queríamos es otra cosa. No un Sortu bis. Para esto no hacía falta tanto debate», esgrime un cargo público.

Junto a Otegi están históricos de la izquierda abertzale, antiguos miembros de la mesa nacional, portavoces de colectivos de apoyo a los presos... El resto de partidos tendrá una representación testimonial y el papel de los independientes, cuya función se había destacado como fundamental, se reduce a Maddalen Iriarte. La figura de Otegi también está en entredicho. Todos le reconocen su valor político y que no hay ningún miembro con tanto tirón mediático. Pero eso también tiene su lado oscuro. «¿Queremos dar una nueva imagen, atraer votantes y ponemos a Arnaldo?», se pregunta escéptico otro cargo público.

Once de diecinueve puestos

Un partido dirigido desde Gipuzkoa

La izquierda abertzale lleva años teorizando sobre cómo penetrar en Bizkaia. En Gipuzkoa pelea cara a cara con el PNV y en Álava ha logrado notables avances. Pero Bizkaia sigue siendo un territorio que los peneuvistas lideran con cierta comodidad. El documento que se ha debatido durante los últimos meses señala que uno de los objetivos prioritarios es «replantear» su papel en los núcleos urbanos, sobre todo, «de la metrópoli de Bizkaia». Por eso se esperaba un gesto hacia este territorio.

Pero en la máxima dirección solo habrá tres vizcaínos: Unai Urruzuno, Asier Vega y Oskar Matute. En total, y a falta de concretarse algún nombre, habrá once guipuzcoanos, cuatro navarros, tres vizcaínos y un alavés. «Nos pasamos teorizando años para esto. Al final ganan las inercias», señala un miembro de la coalición descontento con el resultado. EH Bildu ha apostado a seguro. Al aparato con el que gobernó Gipuzkoa entre 2011 y 2015.

Los nombres de Vega y Matute guardan una segunda clave. Son de Alternatiba. En ese intento por recabar apoyos en Bizkaia, los ideólogos de EH Bildu consideraron que había que competir con Podemos. Buscar el voto de izquierdas no especialmente soberanista. «Y es una estrategia que no nos está llevando a ninguna parte», observa con pesimismo un cargo vizcaíno.

Más o menos ortodoxia

Debate en Sortu

La polémica no solo afecta a EH Bildu. También a Sortu. La marca de la izquierda abertzale ha vivido su propio debate interno. En enero eligió su nueva dirección. La ponencia salida de la cita abogaba por ceder protagonismo a la coalición soberanista. De una manera pragmática, se recalcaba que «Sortu es necesario pero no suficiente para garantizar el triunfo de la lucha por la independencia». Una tesis que comparten muchos, pero no todos. Hay quien apuesta por una vía más ortodoxa. Sin entrar en la deriva de los disidentes de ATA, algunos dirigentes no ven con buenos ojos lo que está sucediendo.

13 hombres, 6 mujeres

Sin paridad en la primera línea de dirección

EH Bildu siempre ha situado el feminismo como una de sus principales banderas. Por eso ha sorprendido que de los diecinueve cargos solo seis sean mujeres. Los que defienden la plancha acusan a los opositores de practicar un feminismo «mal entendido» y que no se puede cuestionar el compromiso de EH Bildu con la igualdad. «Y nadie lo hace, pero no es lógico lo que se ha hecho», señalan los críticos. Ugarteburu lo reflejó con claridad en un tuit: «Paridad». Escrito en mayúsculas.

Críticas que escuecen a Otegi

«El proyecto no se ha impulsado desde las bases»

Las críticas han empezado a escocer al sector oficial. Otegi y su equipo se están planteando algunas salidas para evitar que la crisis vaya a más.

Ayer, se desveló un movimiento en este sentido. La coalición dio a conocer el nombre de la veintena de personas que aspiran a ocupar otras tantas secretarías sectoriales. Una especie de segundo nivel de dirección. Este escalón sí será paritario, con diez hombres y diez mujeres. Entre las personas propuestas figuran seis parlamentarios; por Sortu, Iker Casanova, Larraitz Ugarte y Julen Arzuaga; por EA, Leire Pinedo y Maider Otamendi; y la independiente Jasone Agirre. A ellos también puede unirse el exparlamentario por Aralar Dani Maeztu y el dirigente de Alternatiba y antiguo componente del gobierno de Martin Garitano en la Diputación de Gipuzkoa. La lista se completa con actuales concejales en municipios como Beasain, Burlada, Lesaka y Oñati. «El problema -recalca un crítico- es que se ha vendido como un proyecto impulsado por las bases y no ha sido así».