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Un par de agentes durante una actuación policial.

Examen final de derechos humanos para los nuevos ertzainas

"Ponen en cuestión nuestro compromiso", denuncia un agente, por la decisión de reforzar la formación en este materia

David S. Olabarri

Viernes, 26 de junio 2015, 00:22

Los alumnos de la XXIV promoción de la Ertzaintza que están formándose en la academia de Arkaute deberán afrontar un exigente trabajo final sobre Derechos Humanos. Se trata de una de las principales novedades, no exenta de polémica, que aparecen en el proceso formativo preparado para los 120 aspirantes a ertzainas, en el que cada vez ocupa más espacio las asignaturas que inciden en la preparación de los futuros policías en cuestiones relacionadas con el servicio público.

Este trabajo final forma parte del módulo específico sobre derechos humanos incorporado en el temario de la Academia Vasca de Policía y Emergencias de Arkaute, que dirige Malentxo Arruabarrena, durante esta legislatura. De hecho, la propia consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, ha insistido en que los derechos humanos son una parte «transversal» en los planes de formación de los agentes, aunque asegura que la Policía vasca siempre ha sido un «ejemplo» para otros cuerpos policiales en esta materia. El trabajo que deben completar los estudiantes consistirá en una redacción en la que deberán aplicar los distintos tratados y directrices sobre derechos humanos con las instrucciones internas de la Policía vasca. Es decir, no bastará con una enumeración de los distintos documentos escritos sobre la materia. Deberán saber cómo conjugarlos en su día a día como agentes de la autoridad.

La cuestión no es menor. Para no pocos ertzainas que se hable de reforzar la formación en este ámbito cuestiona el trabajo que han realizado y el compromiso que han mostrado desde hace décadas. Según señalan, este es un área que está cubierta de manera satisfactoria en los planes ordinarios de formación de la Ertzaintza desde hace años y mantienen que este «interés» por mostrar este trabajo tiene más de «propaganda» que de «necesidad real». «Ponen en cuestión nuestro compromiso. Y dan la sensación de que somos unos burros que necesitamos ser educados en el respeto a las personas. Igual están queriendo contentar a la izquierda abertzale, que es precisamente la que, hagamos lo que hagamos, nos acusa constantemente de no respetar sus derechos por cumplir órdenes judiciales», asegura un veterano ertzaina.

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