Policías municipales de Bilbao protestan en calzoncillos en el Pleno contra la «deriva»del cuerpo

El Pleno del Ayuntamiento de Bilbao ha arrancado este jueves con una protesta en el exterior de la Policía Municipal. Entre los agentes hay malestar por el calendario laboral que quiso imponerse a los policías y también por el «deterioro» en el que está inmerso el cuerpo, según su versión. Los sindicatos ELA, LAB, SVPE y CCOO habían convocado la protesta a las diez de la mañana en la calle. Pero sobre las once, un grupo de agentes ha irrumpido en el salón de plenos, lo que ha obligado a la concejala de Seguridad y alcaldesa en funciones, Amaia Arregi -que está liderando la sesión porque el alcalde Juan Mari Aburto se encuentra de viaje en París en la presentación del Tour-, a interrumpir la sesión durante unos cuatro minutos.

Los policías han pedido la dimisión de Arregi y al menos dos de ellos se han colocado de espaldas y se han quedado en calzoncillos como gesto de protesta. En ese momento, la alcaldesa en funciones les ha indicado que se suspendía la sesión. Otros agentes uniformados han entrado a desalojarles: varios se habían sentado para protestar.

Los agentes han comenzado a hablar en el Pleno, pero Arregi les ha interrumpido. «Aquí toda la ciudadanía es bienvenida, pero hay unas normas que respetar. No estáis en el uso de la palabra y os ruego que salgáis porque no estáis atendiendo a las normas, si no seréis expulsados», les ha instado Arregi, que ha reiterado en euskera la petición. Después, la alcaldesa en funciones ha solicitado a los uniformados que pusieran orden en la sala. Los agentes que se manifestaban la han abandonado entre gritos de 'Amaia Arregi dimisión'.

El Ayuntamiento ha reforzado los turnos de fin de semana al considerar que es en esos días cuando más delitos se cometen y también es cuando se organizan más eventos y actividades que requieren del servicio de la Policía Municipal. Según los sindicatos policiales, con el nuevo calendario que propone el Ayuntamiento de Bilbao, los agentes trabajarían 24 noches más al año y seis fines de semana más. Pero además, según el SVPE, el director de Seguridad Ciudadana, Adolfo Alustiza, y la propia concejala están llevando a la Policía a «la deriva». ELA apunta que las modificaciones estructurales que quieren imponerse suponen «una merma de la seguridad ciudadana para la ciudadanía de Bilbao, que es la que soporta los gastos con sus impuestos, y un aumento de la Policía para los creadores de eventos» en la ciudad. Todo ello a costa de dejar a la villa «sin policías de lunes a viernes por la mañana y por la tarde».

Según manifiestan las centrales, en la plantilla hay desmotivación para asistir a la formación que permita cubrir varios puestos cruciales y a los procesos internos que se han convocado. Por ejemplo, no se presentan a los puestos en Atención a Víctimas y el curso de Criminalística ha resultado «ser un fiasco». Aunque quince tenían posibilidad de apuntarse, solo seis lo han hecho y el resto de plazas «se cubrirán con agentes interinos que han recibido presiones de sus superiores».

También han quedado desiertos los puestos en investigación de Accidentes, aseguran. «Y en el curso se está obligando a agentes interinos a acudir al mismo, incluso doblando turnos, sin explicarles cómo se les va a compensar». Todo lo atribuyen a una «nefasta gestión» y al «hartazgo que existe en la plantilla», que rehúsa, por desmotivación, participar en los cursos y en los programas de selección a los puestos convocados, reiteran. De hecho, piden al alcalde que aparte a Arregi y a Alustiza de los puestos «por el bien de la villa y de la Policía».

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