La pesadilla de un vizcaíno de vacaciones en Tailandia

La pareja viajó a Tailandia en febrero. Antes de emprender el viaje, él se sintió mal, con malestar generalizado, vómitos, dolor abdominal y de espalda, por lo que acudió al médico hasta en dos ocasiones. Sin embargo los sanitarios le restaron importancia, señalando que serían «gases». Sin embargo, cuando llevaban seis días en el país asiático, su estado empeoró y tuvo que ser trasladado de urgencia a la capital, Bangkok, donde fue diagnosticado de pancreatitis aguda. El hombre ha sido operado en varias ocasiones, y según informan desde la familia, tiene el órgano muy afectado y necesita respiración asistida.

La pareja contrató un seguro de viaje que en un principio cubría los gastos médicos hasta 100.000 euros y la repatriación ilimitada a un enfermo. Casi un mes después de ingresar pusieron a su disposición un vuelo comercial con el acompañamiento de un médico, un viaje que intentaron a finales de marzo. Pero al ver su estado de salud el piloto se negó a llevarle, por lo que tuvo que volver al hospital. El seguro les comunicó que no cubría un traslado en un avión medicalizado, mucho más costoso. Además, cabe resaltar que dado el riesgo que existe de que sufra una trombosis, el vuelo no se puede hacer a la altura habitual.

El estado de salud de Álex, padre de dos hijos de 5 y 8 años de edad, seguía siendo grave, por lo que sus allegados intentaron reunir dinero para fletar un avión ambulancia, cuyo coste han asumido mediante «préstamos personales por un importe total aproximado de 221.000 euros».

Finalmente organizaron el viaje de regreso este viernes, 12 de abril, tras la contratación de una empresa privada. Sin embargo, esta remitió un comunicado a la familia, en el que explicaban que no podían trasladar al paciente, entre otras cosas, por su estado «crítico». Apuntaban a que su diagnóstico era peor que el que había descrito el hospital de Bangkok. Desde el centro, sin embargo, afirman que el avión no tenía capacidad para 30 litros de oxígeno, que es lo que el paciente necesita para su traslado. Eso sí, la compañía les informó de que les cobraba igualmente el coste del viaje, dado que ya había movilizado el avión.

«Rogamos de todo corazón y apelamos a la humanidad de este Gobierno para que, por favor, nos ayuden y podamos repatriar a nuestro ser querido a la máxima brevedad», piden, porque aseguran que temen por su vida. De no encontrar una respuesta rápida, se plantean organizar un crowfunding para recaudar dinero y poder repatriarlo.