«Las personas con discapacidad deben empezar a trabajar en más sectores»

- Lantegi Batuak nació hace 40 años y el programa de empleo con apoyo cumple ahora 25. Cómo ha cambiado todo esto, ¿no?

- Parece que fue ayer... Pero sí, es increíble cómo ha cambiado la percepción de las personas con discapacidad como trabajadores. Es muy satisfactorio. En 1995, un director de Recursos Humanos me decía que no había empleo «ni para los que no tienen discapacidad». El paro estaba en el 26%. Ni se lo planteaban. Teníamos todo por delante. Ahora vas a Nespresso y te ofrece un café una persona con discapacidad.

- La llegada al empleo público de personas con discapacidad intelectual fue hace muy poco.

- En las ofertas de empleo público se reserva un 7% a personas con discapacidad, y dentro de ese porcentaje hay un cupo para la intelectual. La Diputación abrió camino en 2019. Fue la primera. Nunca hubo antes una OPE específica. Ahora esto es imparable. En la siguiente habrá otro turno reservado. Ha costado homologar las pruebas de euskera, pero ya lo tenemos. La bolsa de trabajo que ha hecho la Diputación ya funciona. El Ayuntamiento de Bilbao ha recurrido a ella y ha incorporado a los dos primeros que no entraron.

- ¿Cuántas contrataciones ha impulsado Lantegi Batuak en este año?

- Nosotros tratamos de favorecer oportunidades en centros, servicios y empresas. En este último periodo -comprende de 2018 a 2020- hemos conseguido que 200 personas con discapacidad se incorporen al mercado de trabajo. Más de la mitad tienen especiales dificultades, como discapacidad intelectual, enfermedad mental, parálisis cerebral o más de un 65% de discapacidad física o sensorial. Priorizamos al que más necesidades tiene.

- ¿Dónde trabajan esos 200?

- Fundamentalmente, en los sectores de hostelería, comercio y distribución. Antes iban más a la industria y a jornada completa. Ahora van más a servicios y hay más medias jornadas.

- ¿Qué tal resultan esas experiencias laborales en sectores antes más atípicos?

- Nosotros ofrecemos apoyo para que el enganche al mercado laboral sea lo más natural posible. Es decir, un compañero, que es el apoyo más natural. Nuestra experiencia en el 95% de los casos es muy positiva. La mayoría de los que llevan un tiempo tienen ya contrato indefinido, jornada completa y un rol significativo.

- ¿Qué pasos faltan por dar en el mundo del empleo para personas con discapacidad?

- Nos falta un paso adelante en aquellas profesiones donde la discapacidad está infrarrepresentada. Por otro lado, la tasa de desempleo de este colectivo en 2019 era del 16,5%, muy superior al de la población general.

- ¿En qué profesiones están infrarrepresentados y dónde no?

- Todo lo que tiene que ver con el turismo, atención al público, algunas industrias tecnológicas y trabajos con un componente digital está por debajo. Hay otros sectores donde no existe esa barrera. Un caso típico es limpieza. Hemos estado limpiando en las residencias en plena pandemia y nadie lo juzga extraño. Es habitual verles ya allí. En jardinería o escaneando fondos. Hay que lograrlo en más profesiones. Y existen elementos de apoyo para eso, como las máquinas de los bares donde metes el billete y te dan los cambios. Pueden ayudar a que una persona con discapacidad atienda, por ejemplo, sin la responsabilidad de cobrar.

- ¿Cómo llega la gente que lo necesita a Lantegi Batuak?

- Desde Lanbide al buscar empleo, desde asociaciones como Gorabide, desde la red de centros educativos y desde los servicios sociales municipales.

- ¿Han bajado las solicitudes por la pandemia?

- Sí, un 20% menos. Nosotros recibimos unas 500 personas nuevas al año. Es una constante desde 2008. Aunque han crecido los que vuelven a Lantegi porque han perdido empleos ordinarios. Sucede siempre en las crisis. Hay en total 3.144 personas con trabajo a través de nuestra organización, 2.800 de ellos con discapacidad.

- Parte de todo este colectivo está vacunado. ¿Han llevado bien las medidas y la mascarilla?

-Sí, tenemos 215 vacunados. Los que trabajan en residencias y centros de día y los que viven en pisos comunitarios. Creo que puede costar a algunas personas con discapacidad conocer las normas, pero luego las cumplen mucho mejor que la media.

- Aquí no existe ese debate que se da en el resto de España sobre educación inclusiva o no.

- Aquí ya es inclusiva. Ese debate lo tuvimos en 1987. No entiendo que se discuta si es posible. Hacen falta recursos. Aquí el 95% acude a centros escolares al uso, solo queda alguno de educación especial muy especializado, de referencia, como el de Apnabi, para trastornos del espectro autista. Nosotros estamos trabajando de forma inclusiva en FP, dando certificado oficial, que era algo que no existía para acreditar. Hay 300 entregados. El año pasado tuvimos a 52 personas de prácticas.

- Ha variado la discapacidad que se ve en las calles. Hay menos síndrome de Down, por ejemplo.

- A nosotros nos llega un promedio anual de 120 personas con discapacidad, pero en 2020 fueron 88. Ha sido un año raro por la pandemia. Es cierto que cada vez nacen menos con discapacidad intelectual, no solo Down, pero las personas con enfermedad mental han crecido mucho. Recibimos unas 180 el año pasado.

- ¿Por qué?

- Estamos en una sociedad que genera mucho problema mental. Estos casos no nacen, aparece el brote psicótico. Puede surgir de abuso de sustancias estupefacientes, estrés o ansiedad.

- ¿Cómo se da apoyo a una persona con esquizofrenia para que pueda trabajar?

- Eliminando condiciones de estrés o adjudicándole un mismo turno de mañana que no cambie su medicación.