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«No ha sucedido una desgracia de milagro». Así resume un vecino de Leioa lo que ocurrió en la madrugada del miércoles en el municipio ... vizcaíno. Un conductor de unos 20 años que huía de la Policía local a toda velocidad perdió el control del vehículo y acabó dando varias vueltas de campana. El joven consiguió salir por sus propios medios de su coche, un Citröen, y no tuvo que ser enviado al hospital. En todo caso, se enfrenta a varios delitos contra la seguridad vial. «Es increible que nadie haya resultado herido. El chico ha vuelto a nacer», comenta el testigo, que presenció parte de lo ocurrido.
Los hechos se produjeron pasadas las 00.30 horas. Según las fuentes consultadas por EL CORREO, una patrulla de la Policía local de Leioa se encontró con un coche circulando a gran velocidad y en sentido contrario en la zona de la calle Artaza. Los agentes instaron al conductor a que detuviese el vehículo, pero el joven, vecino de esta misma localidad, no hizo caso.
Comenzó entonces una persecución por el casco urbano. Los agentes utilizaron las luces policiales y la sirena, pero tampoco paraba. El joven perdió el control del vehículo a la altura de la rotonda de Leioandi y acabó dando varias vueltas de campana. «El chico ha puesto en riesgo a todas las personas que estaban por la zona», explican las fuentes consultadas.
El coche quedó completamente destrozado. Pero el joven consiguió salir por sus propios medios del vehículo y fue atendido allí mismo por los servicios de emergencias. Según los mismos medios, dio negativo en los controles de alcohol y drogas. La Policía local le acusa de varios delitos contra la seguridad vial. Lo que nadie se explica es por qué emprendió la huída de esa manera.
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