La percepción de seguridad se hunde en Bilbao y alcanza la nota más baja en 7 años

Las conclusiones de la encuesta van en consonancia con las últimas estadísticas policiales. La Ertzaintza, por ejemplo, registró en el primer semestre de 2024 un incremento del 28% en el número de robos con violencia en la capital vizcaína, que concentra ya el 50% de este tipo de asaltos que se cometen en el territorio y que son los que más preocupan a las autoridades. En esa primera mitad del ejercicio, la tasa de delincuencia escaló del 2,1 al 2,8%.

La inseguridad en la calle sigue siendo la mayor inquietud de los bilbaínos con respecto a la situación «general» de la ciudad. El primer anhelo del 25,1% de los encuestados es que «haya menos delincuencia y más seguridad ciudadana». El porcentaje se eleva al 41% cuando los vecinos citan más de una demanda. Estas cifras, no obstante, son difícilmente comparables a las de años anteriores, puesto que se ha cambiado la metodología de la investigación social. El Ayuntamiento justifica estas modificaciones «de cara a ajustar los resultados de la encuesta a las nuevas medidas y objetivos del nuevo pacto para la seguridad». Un acuerdo que renovaba en julio la iniciativa original, suscrita en 2018 y que, como una de sus acciones, puso en marcha este barómetro.

En 2023, por ejemplo, las preguntas relacionadas con esta problemática se formularon de diferente forma. En lugar de hablar en general, se cuestionó directamente por «el problema que más preocupa personalmente» al entrevistado. En ese contexto, el 23,9% citaba la delincuencia como primera respuesta. Este año, sin embargo, se ha utilizado el siguiente interrogante: «¿Cuál es la principal necesidad de su hogar?». El 9,7% ha señalado que quiere, en primer lugar, más seguridad.

Una de las cuestiones que se ha mantenido es la de si los bilbaínos consideran que el nivel de delincuencia es menor o igual a otras ciudades españolas. El 77,7% de los consultados lo cree frente al 81,7% de hace un año. Es decir, cada vez hay más vecinos que piensan que otras urbes son más seguras que la capital vizcaína.

Por sexos, los hombres otorgan una peor puntuación: 5,68 frente a un 5,78 de las mujeres. No obstante, estas últimas creen que la situación es peor por la noche. Otorgan un 5,75, mientras que los varones elevan la nota a 6.

Por edades, el segmento que se siente más seguro son los jóvenes de entre 16 y 19 años. Puntúan la sensación de seguridad con un 6,51. Las personas que tienen entre 46 y 64 años son, por el contrario, las que se muestran más críticas y otorgan una valoración de 5,52. Los mayores de 65 años puntúan con un 5,83.

Por distritos no se observan grandes diferencias. La percepción de seguridad no va por barrios, aunque es cierto que hay lugares donde los ciudadanos se sienten más tranquilos que en otros. La zona en la que hay una mayor percepción de seguridad es Deusto. Sus vecinos le otorgan una nota de 6,02. A partir de aquí, el resto de distritos no dan más de un suficiente. Y, en algunos casos, no se está tan lejos del suspenso: Uribarri (5,77), Otxarkoaga-Txurdinaga (5,76), Begoña (5,72), Ibaiondo (5,65), Abando (5,72), Rekalde (5,52) y Basurto-Zorroza (5,72).

Capítulo aparte merece la cantidad de ciudadanos encuestados que han sufrido un delito de manera reciente. Pese a que la metodología también ha cambiado en este apartado, sí se pueden lanzar algunos datos llamativos. En 2023, el 6,2% de los entrevistados había sido víctima de un acto delictivo en los últimos cuatro meses. Ahora, aunque el Ayuntamiento no ha aclarado en qué horquilla temporal se ha planteado la pregunta (se entiende que también cuatro meses), el 9,2% admite haber padecido un hurto.

La sustracción del teléfono móvil es la acción delictiva más frecuente. El 5,4% de los consultados lo ha padecido al descuido mientras que los delincuentes emplearon violencia o intimidación contra el 2,7% de los participantes en la investigación social (pero en este apartado se incluye todo tipo de objetos, no solo celulares). Otra dificultad para realizar comparaciones es que la actual encuesta diferencia entre hurto y robo con violencia, mientras que en anteriores ediciones no se hacía distinción. Suben también los encuestados que dicen haber sufrido agresiones sexuales, otro de los delitos en franco crecimiento. Pasan del 0,2% al 3,2%.